La prosperidad va mucho más allá del crecimiento económico o de la acumulación de riquezas. Es un concepto más amplio y que involucra el bienestar en todos los aspectos de la vida.
Una de las principales metas de la gran mayoría es generar riqueza a través de la acumulación de dinero o la adquisición de bienes. Esto conlleva a la ambición de poseer, pero dejando de lado la perspectiva de prosperidad. Las personas se preocupan por su bienestar económico y material, descuidando su desarrollo profesional y personal, su salud y su compromiso con su comunidad.
La ambición por la riqueza se asocia a problemas físicos por exceso de trabajo, conflictos familiares y, en algunos casos, compromete los valores legales y éticos solo por conseguir las metas propuestas.
En la orilla opuesta está la prosperidad que tiene que ver con el bienestar económico, pero también con la estabilidad emocional, familiar, profesional y personal. Es decir, la prosperidad financiera busca lo mejor en todos los aspectos de la vida. Para ello es necesario tener inteligencia financiera, indica Carlos Tovar, administrador y gerente en educación financiera del portal mexicano Portento.
La prosperidad financiera se presenta en la estabilidad de los cuatro pilares de la inteligencia financiera. El primer pilar es la conciencia, que está relacionada al uso de la razón para la adecuada administración de recursos financieros.
El segundo pilar es la educación, la cual consiste en el entendimiento y comprensión de ideas y lenguajes financieros. El tercer pilar es el análisis, que trata de la capacidad de resolución de problemas y hacer eficiente la toma de decisiones.
Por último, está la planeación. Se trata de ejecutar los planes financieros de acuerdo a todas las herramientas y capacidades que se han adquirido y desarrollado a lo largo del tiempo.
Hay diversos académicos que consideran que el modelo económico actual nos puede llevar al colapso. No solo afecta nuestro equilibrio como personas sino que incluso daña el planeta. Por ejemplo, Tim Jackson, economista de la Universidad de Surrey, postula que más que crecimiento económico se debe buscar prosperidad.
"No es necesario ser un filósofo para entender que la salud y la familia y la amistad son importantes, al menos, tanto como la comida y el refugio. La prosperidad se trata tanto de identidad, como de darle significado y propósito a nuestra vida en la sociedad”, dijo recientemente Jackson en una conferencia realizada en Chile.
Jackson, quien es profesor en desarrollo sostenible, cree que la prosperidad del ser humano se garantizará limitando el impacto que tiene su actividad económica en la tierra. El siguiente paso es hacer que nuestras economías funcionen sin crecimiento ya que tener más cosas no es lo más importante. Y no es solo una postura anti consumo, es también una defensa cerrada del ahorro que trae bienestar y calidad de vida.
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