La velocidad de propagación del coronavirus ha desatado una crisis sanitaria en varios países del mundo y en Perú, nos encontramos ya en la fase 3 de esta pandemia.
La Covid-19 ha puesto en alerta en poco tiempo a muchos países, propagándose rápidamente a través del contacto con otras personas y superficies contaminadas por este virus. En ese contexto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró este brote como pandemia, lo que insta a que los gobiernos e instituciones a nivel global activen sus protocolos de prevención, atención y contención para controlar la propagación del coronavirus.
En el caso de Perú, el viernes 6 de marzo se confirmó el primer caso de Covid-19 y semanas después, el presidente Martín Vizcarra confirmó que nos encontramos en la fase 3 de la pandemia. Es decir, se están registrando contagios comunitarios, donde el virus se propaga a través de la circulación y el contacto de las personas por las calles.
Este contagio comunitario, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), implica que aparecen casos locales de personas que no han tenido contacto directo con los casos importados, así como tampoco es posible identificar el contacto que produjo el contagio y ante esto, con la finalidad de prevenir una crisis sanitaria, la cuarentena obligatoria es una medida que se debe acatar.
El contagio comunitario
Según la Organización de la Salud (OMS), el avance de una pandemia en un territorio se divide en cuatro fases y cada una permite diferenciar las medidas de control a tomar para evitar que un virus siga propagándose.
Con el primer caso reportado de Covid-19, las primeras medidas tomadas estuvieron orientadas a que la gente infectada, tras viajar a una zona de riesgo, fueran aisladas del resto de la población sana. De esta manera, podían llevar a cabo una investigación para monitorear su actividad y las personas con las que pudieron estar en contacto.
A partir de ahí, el gobierno peruano ha venido trabajando medidas de contención y prevención en cuanto a salud pública y control de espacios colectivos. Al igual que en otros países del mundo –al ser un virus que se propaga a través de las gotículas expulsadas al hablar, toser o estornudar– las recomendaciones de prevención también apuntan hacia un lavado de manos constante, asilamiento y nuevos protocolos de interacción social.
La fase 3 en la que nos encontramos indica que muchos ciudadanos han contraído la enfermedad sin necesidad de estar en contacto con los casos importados y que, al estar dispersos entre una mayor muestra poblacional, es difícil que puedan ser rastreados. Frente a esta situación, el presidente Martín Vizcarra y las autoridades sanitarias endurecieron las medidas y decretaron un estado de emergencia con toque de queda, donde los ciudadanas y ciudadanos pueden salir de casa solo si es estrictamente necesario, como para abastecerse de comida y medicina.
Estas disposiciones de prevención se toman para evitar dar paso a una fase 4, en la que los casos de infectados puedan crecer de forma sostenida en muchas localidades del país, lo cual ha ocurrido en países como Italia y España. De hecho, el acatar estas medidas y evitar la propagación del coronavirus, protegiendo nuestra salud y la de los miembros más vulnerables de nuestra comunidad es responsabilidad de todos.
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