Dinamarca es el país más feliz del mundo según la ONU. Además de la calidad de vida y desarrollo de esta nación, su población tiene como filosofía el pasarla bien con las pequeñas cosas de la vida.
Hygge es una palabra noruega que significa bienestar. Apareció escrita en el siglo 19 y hoy en día se trata de una idea cultural de mucho arraigo en Dinamarca. Los daneses la utilizan para definir un momento acogedor, en donde uno logra olvidarse de la rutina y el estrés.
Ante los largos inviernos que soporta Dinamarca, los daneses ponen mucha atención a la forma de entretenerse y pasarla bien en el hogar. Pero no se trata de nada ostentoso sino, por el contrario, de valorar las pequeñas cosas de la vida. Hygge puede ser: tomar una copa de vino, pasar un tiempo ameno leyendo un libro o tener una cena con los amigos. El objetivo principal es disfrutar.
También es una filosofía de vida ya que consentirse a uno mismo y a los que nos rodean resulta ser bueno para el alma, según Helen Russell, autora del libro “El año en que vivimos a lo danés: Descubriendo los secretos del país más feliz del mundo”.
Para aplicar esta filosofía podemos elegir un momento del día para hacer algo que nos haga sentir bien con nosotros mismos o con la gente que queremos. Se trata de pequeñas cosas como hacer un break para tomar un café o encender un incienso mientras se trabaja.
Otro aspecto del hygge es abrir tu casa para realizar comidas acogedoras con los amigos. En el hogar se cuidan los pequeños detalles para sentirse cómodo, como tener una iluminación cálida, flores, una buena música de fondo.
Durante este momento se recomienda no hablar de política, del trabajo o situaciones estresantes. También se aconseja no usar teléfonos celulares, la televisión o las tablets porque reducen la calidad de las conexiones sociales.
Además, hygge significa estar lo más cómodo posible, como un fin de semana cuando nos quedamos en cama más de lo habitual, con un buen libro y un café. Otro momento confortable es acurrucarse debajo de una manta en el sofá para ver una película o conversar.
Lo más importante de esta filosofía es ser consciente de lo que está pasando y disfrutarlo. Sería una forma de mindfulness que se enfoca en vivir el momento y disfrutar del ahora.
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