Innovar no se trata de lanzar productos o servicios sino de solucionar problemas reales del consumidor. Para ello existen metodologías que permiten gestionar de manera adecuada la innovación.
En la búsqueda por la innovación han surgido diversas metodologías que permiten adaptar la forma de trabajo a las condiciones particulares de un proyecto, consiguiendo flexibilidad e inmediatez. Estas son algunas de las más conocidas según la web española Innovation Factory Institute, especializada en desarrollar innovación y emprendimientos.
Design Thinking
Reproduce la manera de pensar de los diseñadores de producto para encontrar nuevas ideas. Con esta herramienta se busca comprender qué le ocurre a los usuarios y qué problemas necesitan solucionar. Además le saca el máximo partido al trabajo en equipo aprovechando la singularidad de cada miembro. También impulsa la creación de prototipos para comprobar si funcionan e identificar fallos.
Lean Start Up
Se trata de una metodología de lanzamiento de nuevos proyectos de negocio (startup), que busca crear compañías rentables y escalables reduciendo al mínimo el riesgo. Se apoya en tres herramientas. La primera de ellas es el Business Model Canvas que ayuda a definir el modelo de negocio y hacerse las preguntas necesarias.
La segunda se conoce como Customer Development que permite obtener la información que se necesita del entorno y de los posibles clientes. Es útil para validar hipótesis o retirarlas. Por último, la tercera herramienta es el Agile Development que comprueba la validez de una idea de negocio, producto o servicio.

Scrum
Se inspira en el juego del rugby en la que los jugadores de ambos equipos, luchan todos, entrelazados, por la pelota. Se trabaja en equipo para obtener el mejor resultado de un proyecto. Para ello se realizan entregas y/o modificaciones parciales y regulares del producto final, con el feedback que va aportando el receptor del proyecto.
XP (Extreme Programing)
Se enfoca en las relaciones que surgen entre el equipo de trabajo y el cliente del proyecto. Su objetivo es garantizar la calidad y la satisfacción del cliente, lo que se consigue mediante una interacción permanente para obtener su feedback.

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