Con la venta de merchandising solidario y productos de fieltro crean programas especiales para mujeres vulnerables. Conoce estas iniciativas ganadoras del programa Protagonistas del Cambio de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC).
La violencia y desigualdad que viven cada día las mujeres deja secuelas no solo físicas, sino también psicológicas y emocionales que impiden su desarrollo integral. De enero a agosto de 2020 se reportaron más de 45 000 casos de violencia de género, siendo las más afectadas las jóvenes y adultas (72%), seguidas por las niñas y adolescentes (22%), según el MIMP.
Para cambiar esta realidad, Alessandra Sotomayor en Cusco y Carolina Yépez en Lima decidieron crear emprendimientos sociales que empoderan emocional y económicamente a mujeres vulnerables. Por sus innovadoras iniciativas, resultaron ganadoras de la décima edición del programa Protagonistas del Cambio UPC 2020.
Allillanchu: Merchandising solidario en Cusco
“Muchas veces seguimos estereotipos, tradiciones y no paramos a cuestionarnos si eso está bien. Quizá en la ley podemos ser iguales (mujeres y hombres), pero las cifras nos dicen que no”, resalta Alessandra Sotomayor, fundadora de Allillanchu, sobre la desigualdad y violencia que enfrentan las mujeres.
Esta empresa social elabora y vende merchandising, es decir, objetos publicitarios como polos, tazas y bolsas ecológicas. El diferencial es que es solidario: con lo recaudado desarrollan un programa educativo gratuito para el empoderamiento de mujeres vulnerables en Cusco.
El programa dura 6 meses e incluye 4 módulos: el primero es de empoderamiento, donde arman un plan de vida; el segundo, con cursos como oratoria, contabilidad y manejo de redes sociales; el tercero, donde aprenden oficios como chocolatería y encuadernación; y el último, con prácticas en ferias y tiendas donde venden lo creado.
“Luego hacemos dos años de seguimiento para ayudar al emprendimiento y brindar contención emocional”, agrega Alessandra. Allillanchu trabaja con casas de acogida, albergues y orfanatos, ayudando a adolescentes y mujeres adultas, muchas de ellas sobrevivientes de feminicidio, trata de personas, entre otros casos.
“Allillanchu” es una palabra quechua que significa “hola, ¿cómo estás?”. Con el nombre “queremos saludar a este sueño de sororidad que tenemos, para que las mujeres puedan hacer sus sueños realidad”, comenta Alessandra.
Con el emprendimiento, ha logrado crear una comunidad de apoyo entre todas las mujeres, quienes se ayudan entre sí y aplican lo aprendido. Durante la pandemia, funcionan como una red de soporte y han donado víveres, mascarillas, poleras e incluso laptops.
Todo el esfuerzo le ha valido ser reconocida como Protagonista del Cambio UPC, sobre esta experiencia comenta que “ha sido genial porque hemos conectado con otros agentes de cambio y hemos tenido capacitaciones prácticas”. Para navidad, planean estrenar una nueva sede en Lima.
Aira Perú: Productos de fieltro con un fin social
“Emprender me sanó y me salvó”, señala Carolina Yépez, creadora de Aira Perú, una marca de accesorios de fieltro -textil sostenible no tejido- creada en Lima, que emplea a mujeres mayores de 50 años en estado de vulnerabilidad, brindándoles soporte emocional, social y profesional para fomentar su independencia económica.
Carolina nació en Cusco y fue diagnosticada con ansiedad cuando atravesaba una gran crisis económica. “Empecé a hacer accesorios de bisutería para venderlos a mi círculo cercano. Noté que mi ansiedad disminuyó significativamente, puesto que confeccionar pulseras era una de las técnicas ancestrales para controlar la enfermedad. Investigué mucho al respecto y decidí replicarlo en una comunidad en Huaycán”, explica.
El programa empodera a mujeres en 3 dimensiones: la personal-emocional con sesiones psicológicas; la económica, donde enseñan herramientas técnicas; y la comunitaria, con herramientas de soporte de grupo.
Asimismo, capacitan a mujeres adultas de diferentes comunidades a través de talleres gratuitos de arte terapia y manualidades, con el objetivo de que logren emprender a futuro. Actualmente, poseen dos líneas: casual y kids. En total, tienen más de 35 productos y más de 200 diseños.
Aira también capacita a su público acerca del comercio justo, la moda sostenible y la conciencia ambiental. También cuentan con un personaje llamado “Aira y sus flores mágicas”, que empodera y lleva estos temas a las niñas.
Debido a la pandemia, Aira está comercializando sus productos a través de su página web y sus redes sociales, y brinda talleres online. A futuro, Carolina espera posicionar la marca y llegar a otros países. “Pese a que exportamos algunos ejemplares a Estados Unidos y Ecuador, queremos exportar a una mayor cantidad de naciones”, comenta.
Con el reconocimiento de Protagonistas del Cambio a proyectos como los de Alessandra y Carolina, la UPC reafirma su compromiso con la sociedad y con los jóvenes emprendedores sociales que quieren mejorar el país. Para conocer más sobre los ganadores del programa visita premioprotagonistasdelcambio.upc.edu.pe.
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