“En mis tiempos”, el voluntariado que brinda ayuda integral a adultos mayores de zonas vulnerables

En el Perú, hay más de 4 millones de adultos mayores, según INEI. De hecho, en el 43,9% de los hogares del país vive alguna persona de 60 años a más. Aunque se trata de una población que necesita apoyo emocional y físico, muchas veces quedan olvidados.

“La adultez mayor es una etapa a la que todos vamos a llegar. Ayudarlos significa atender nuestro presente y futuro. Son un pilar de la sociedad: una fuente importante de crecimiento y de conexión con nuestra historia”, comenta Isabel Flores, fundadora de En mis Tiempos, un programa que mejora la calidad de vida de adultos mayores en situación de vulnerabilidad en Chiclayo.

La iniciativa empezó en 2015 como un programa de turismo para el adulto mayor y un año después se convirtió en el emprendimiento actual, que tiene como objetivo lograr su desarrollo integral. Por esta gran iniciativa, han sido elegidos como uno de los 10 ganadores de la décima edición del programa Protagonistas del Cambio UPC 2020.

Mente, cuerpo y alma: Envejecimiento saludable e integral

En mis Tiempos desarrolla un programa completo con talleres interactivos enfocados a cinco dimensiones: desarrollo físico, desarrollo psicológico, salud, productividad y estimulación cognitiva. Así, incluyen actividades diversas que van desde ejercicios, yoga y terapia física hasta el desarrollo socioemocional. De igual forma, trabajan la estimulación de memoria, talleres de biohuertos, manualidades, alimentación saludable y prevención y cuidado de la salud.

Trabajan con el apoyo de postas o Iglesias cercanas que les brindan un ambiente donde los adultos mayores se pueden congregar cada sábado. Cada 6 meses renuevan de población y se mudan a otro distrito vulnerable de Chiclayo.

Voluntarios al cuidado de quienes más los necesitan

Para lograr el cuidado personalizado, la iniciativa tiene una fórmula especial: “Tenemos una metodología intergeneracional que convierte a los adultos mayores en nuestros abuelitos y a los voluntarios en sus nietos”, comenta Isabel.  

Alrededor de 20 voluntarios se encargan de coordinar las actividades, así como de ayudarlos en todo lo que necesiten. “Cada nieto se hace cargo de un adulto mayor del programa: ayudarlo, guiarlo, preguntarle cómo está y darle seguimiento”, explica.

Durante la pandemia, la ayuda continúa

Por la pandemia, las sesiones ahora se dan por transmisiones en vivo desde su Facebook oficial y siguen brindando apoyo psicológico y emocional. “Les enseñamos cómo llevar la pandemia desde sus casas. Además, ya que no estamos nosotros como nietos, involucramos a su verdadera familia en el desarrollo de las actividades”, comenta Isabel.

De igual manera, han generado una red de apoyo para adultos mayores en situación de vulnerabilidad que necesitan ayuda en estos tiempos difíciles. “Tenemos una base de datos y generamos el nexo: las familias que viven cerca de ellos se inscriben como donantes de medicina, alimentos o ropa y van a entregarles”, explica.

Para Isabel, el reto más grande ha sido llegar a tocar el corazón de otras personas y comprometerlos con la finalidad social que persiguen. Cuando inició el proyecto pensó en que los adultos mayores necesitaban una oportunidad para “que demuestren al mundo que tienen mucho que dar, que rompan los estereotipos”.

Todo el esfuerzo puesto le ha valido ser reconocida como Protagonista del Cambio UPC 2020. Sobre esta experiencia comenta que le ha ayudado a encontrar aliados, además “a nivel personal nos ha fortalecido en liderazgo y empatía y eso se va a ver reflejado en las personas que vamos a ayudar”, agrega.

Con el reconocimiento de Protagonistas del Cambio a proyectos como el de Isabel, la UPC reafirma su compromiso con la sociedad y con los jóvenes emprendedores sociales que quieren mejorar el país. Para conocer más sobre los ganadores del programa visita premioprotagonistasdelcambio.upc.edu.pe