En el Día Mundial contra el Trabajo Infantil analizamos este problema social que afecta a más de 160 millones de niños alrededor del mundo.
Cada 12 de junio se celebra el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, instaurado por la Organización Mundial del Trabajo (OIT) hace 20 años con el fin de crear conciencia sobre cómo este problema social vulnera los derechos de millones de niños, niñas y adolescentes en el mundo.
De acuerdo con las estimaciones mundiales 2020 de la OIT y UNICEF, en el mundo hay 160 millones de niños en situación de trabajo infantil y de ellos, 79 millones realizan trabajos peligrosos. En otras palabras, 1 de cada 10 niños es víctima de este problema social que en zonas rurales es casi tres veces más frecuente que en zonas urbanas.
El trabajo infantil no se trata de cualquier tarea realizada por una niña o niño, sino que son labores que exigen muchas horas de dedicación y para las cuales son demasiado jóvenes. En términos concretos, se refiere a todo trabajo que les priva de su niñez, potencial y dignidad, y que afecta su desarrollo físico y psicológico.
Trabajo infantil: ¿Qué tipo de actividades realizan los niños y niñas?
Si hablamos de nuestro país, 2 de cada 10 niños y niñas (de 5 a 17 años) realiza trabajo infantil, según la encuesta de Trabajo Infantil 2015 del INEI. Las actividades más recurrentes son las actividades agrícolas y/o pecuarias, seguidas del comercio minorista, el trabajo como vendedores ambulantes, en limpieza, como ayudante de barman, como peones de construcción de edificios y como personal de servicio.
¿Qué consecuencias genera el trabajo infantil?
La OIT indica que el trabajo infantil es peligroso y afecta directamente la salud y bienestar físico, mental o moral del niño o niña. Además, interfiere con su escolarización ya que les impide asistir a clases o les obliga a abandonar la escuela de forma prematura. Otras consecuencias del trabajo infantil es que roba su tiempo de juego y recreación, y también afecta su proyecto de vida.
COVID-19 y su impacto en el trabajo infantil
La crisis de la COVID-19 ha frenado los avances mundiales en la lucha contra el trabajo infantil. Las estimaciones indican que otros 8,9 millones de niños y niñas estarán en situación de trabajo infantil a finales de 2022, esto debido a la pobreza que ocasionó la pandemia.
Además, los cierres de las escuelas también han hecho que las familias decidan enviar a sus hijos e hijas a trabajar antes de que se queden en casa a recibir clases. Ante esta realidad, se necesita reforzar la educación y el programa de regreso a clases presenciales en todo el mundo, así como crear campañas sociales para concientizar y proteger los derechos de los niños, niñas y adolescentes.
RPP y CHS Alternativo organizan "Paremos el Trabajo Forzoso", una campaña que busca advertir e informar a la población sobre esas actividades que muchas personas realizan en contra de su voluntad y bajo engaños, intimidación o amenazas. Esta iniciativa tiene como fin, además, brindar información sobre cómo prevenir el trabajo forzoso y cómo actuar frente estos casos.
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