Si continuamos con el actual modelo de consumo, al 2050 necesitaríamos al menos tres planetas que nos den los recursos naturales que requerimos para sobrevivir. En esta nota te contamos cómo empezar a revertir esta situación.
Entre el 2001 y 2020, los bosques de nuestro país han perdido más de 2 millones y medio de hectáreas, de acuerdo con la plataforma Geobosques del Ministerio del Ambiente (Minam). La extracción y el procesamiento de los materiales, los combustibles y la producción de comida, según informa la Organización de las Naciones Unidas (ONU), son responsables de más del 90% de la pérdida de biodiversidad y el estrés hídrico a nivel mundial.
Si la población mundial continúa creciendo como se ha previsto y alcanza los 9,600 millones de habitantes al 2050, necesitaríamos el equivalente a casi tres planetas que nos den los recursos naturales para sostener el estilo de vida actual, alerta la ONU. Extracción, consumo y desecho, en esas tres acciones consiste el modelo de economía lineal que predomina mundialmente y se encuentra perjudicando a la Tierra.
Hoy 22 de abril, que se celebra el Día Internacional de la Madre Tierra, es bueno preguntarnos cómo podemos individualmente contribuir con la protección de nuestro planeta. A través del modelo de economía circular, el cual, explican los especialistas, busca formas innovadoras de darle un nuevo ciclo de vida a nuestros productos con el fin de descartar el consumo y desecho inmediatos, y promover la sostenibilidad a largo plazo.
Solo reciclamos el 9% de plásticos
Una de las acciones básicas de la economía circular es el reciclaje. Separar nuestros residuos en casa es la base para su reaprovechamiento, así lo explicó a RPP Alexandra Huachaca, gerente comercial de Ecopack Perú: “Si bien nosotros desechamos todos nuestros residuos en un solo basurero, deberíamos segregar para empezar a reciclar. Por ejemplo, plásticos o cartones que se puedan reutilizar”.
Pese a esta urgente necesidad, desde el Ministerio del Ambiente (Minam) se ha informado que más del 35% de nuestros residuos plásticos no tienen una disposición adecuada; es decir, son desechados directamente en botaderos ilegales o en ríos, lagunas, cuencas u otros ecosistemas. Agregan que el 58% de los residuos plásticos de ámbito municipal son de un solo uso y que apenas el 9% de los plásticos llegan a ser reciclados en nuestro país.
Con el fin de reemplazar el uso del plástico y reaprovechar materia orgánica mediante la elaboración de productos biodegradables y ecoamigables, Huachaca explica que existen iniciativas que necesitan de la participación de la población para generar un verdadero cambio: “No es solo cuestión de nuevos hábitos o estilos de vida, debemos apuntar a que la gente empiece a concientizar y aplicarlo a diario, al segregar sus desechos o enseñar a los miembros de la familia a reducir la basura”, explica.
La correcta gestión de nuestros residuos beneficia también nuestra calidad de vida. El Minam advierte que los costos sociales de la degradación ambiental causados por los desechos plásticos agravan la situación de pobreza, ya que afectan la salud pública y deterioran los ecosistemas de los que podemos aprovechar importantes bienes y servicios como la alimentación saludable, el agua segura o la recreación.
¿Cómo reducir nuestros residuos orgánicos?
De las 21 mil toneladas de desechos sólidos que generamos a diario los peruanos, la mitad son materia orgánica, indica el Minam. Debido a que son residuos de origen animal y vegetal como restos de comida o cáscaras de frutas y verduras, es común pensar que no podemos darle un nuevo uso, señala Huachaca. Sin embargo, existen formas en las que podemos manejar y gestionar este tipo de residuos.
Para evitar generar estos desechos, recomienda planificar con anticipación las compras a realizar durante la semana: “Por ejemplo, a veces cocinamos de más y hay algunos productos que se terminan por desechar. También se hacen compras en exceso; entonces la idea es controlar y llevar a cabo un plan semanal de compras de orgánicos, y también cocinar de forma justa y exacta para no tener desechos”, sugiere como medida.
Sucede que gran parte de la materia orgánica que contamina el agua procede de los desechos de alimentos, advierte el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) en su último informe de estadísticas ambientales. En el mismo, indican que la concentración máxima de materia orgánica en el río Rímac, la principal fuente de agua de la capital, aumentó un 47% durante enero del 2022 respecto al pasado mes de diciembre.
Entender la gravedad del problema es la clave para comenzar a revertirlo. “Escucho a muchos detractores del cuidado del medioambiente diciendo que no sirve, ya que igual siempre contaminamos, pero la idea es buscar que se implementen medidas de compensación y sanción. Una pequeña acción es un granito de arena que va a servir, porque al final, en nuestro planeta vivimos todos, y la idea es concientizar de una forma no obligada, sino que nazca de cada uno”, concluye Huachaca.
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