Natalia Vargas, luego de ganar el premio internacional Women in Tech Global Awards sigue comprometida con promover la educación STEM en el país. Conoce más sobre su proyecto en esta nota.
El Perú está dando pasos importantes en el ámbito de la exploración del espacio. Desde el anuncio de la construcción de un puerto espacial en Talara hasta la firma de acuerdos con organismos internacionales, como la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés), el país busca posicionarse en la región dentro de esta industria emergente. Sin embargo, más allá de la infraestructura, el verdadero cambio comienza con la educación y el acceso al conocimiento.
En este contexto, Natalia Vargas, una joven de 19 años, se ha convertido en una figura clave al promover el interés por las ciencias espaciales en adolescentes peruanos. Su iniciativa ha sido reconocida a nivel internacional con el Women in Tech Global Awards, un prestigioso premio que destaca a mujeres con impacto en la ciencia y la tecnología.
Inspirando a la próxima generación
A través de la Misión Kosmos, el primer campamento espacial peruano, Natalia ha creado un espacio donde jóvenes de 15 a 18 años pueden acercarse a la ciencia de una manera práctica y emocionante. Su objetivo es que las nuevas generaciones vean la ciencia no como un curso más, sino como una herramienta para transformar el mundo.
El impacto de su trabajo fue reconocido en la última edición de los Women in Tech Global Awards, donde fue galardonada en la categoría Aspiring Teen Award. Gracias a su liderazgo y visión, Natalia se convirtió en la primera peruana en recibir este reconocimiento en la Asamblea Nacional de Francia, un evento que reúne a líderes del sector tecnológico y científico de todo el mundo.
Ciencia con impacto social
El interés de Natalia por la ciencia no se limita a su pasión por el espacio. Su compromiso con la educación ha llevado a que su iniciativa se expanda más allá del campamento. A lo largo de los años, ha impartido más de 20 clases gratuitas sobre ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), alcanzando a decenas de niños y adolescentes en el país.
Para ella, la enseñanza de la ciencia debe ir de la mano con el impacto social. Su visión es clara: acercar el conocimiento a comunidades que tradicionalmente han tenido menos acceso a este tipo de formación y contribuir a reducir la brecha en carreras STEM, donde la presencia femenina aún es baja.
Un futuro prometedor
El reconocimiento internacional no es el único logro en su camino. Natalia fue seleccionada para participar en el programa International Air and Space Program, que le permitiría recibir entrenamiento en el Centro Espacial de la NASA. Aunque su participación se ha visto limitada por temas económicos, su determinación la mantiene en la búsqueda de auspicios para concretar este objetivo.
Actualmente se encuentra postulando a universidades en el extranjero con el objetivo de estudiar ingeniería aeroespacial o física. Su meta es especializarse en astrofísica y continuar fortaleciendo su organización Astranova, expandiendo sus programas educativos y acercando la ciencia a más jóvenes.
Más oportunidades para futuros talentos
El caso de Natalia Vargas es un recordatorio del talento peruano en el campo de la ciencia y la tecnología. No obstante, es necesario seguir promoviendo espacios que impulsen a más jóvenes a desarrollar su potencial en estos sectores.
En esa línea, existen programas como el Concurso de Innovación Abierta 2025, cuyo objetivo es financiar soluciones tecnológicas innovadoras en el país. Asimismo, los fondos concursables del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Concytec) destinan recursos a proyectos de investigación y desarrollo. Según el portal Prociencia de la Presidencia del Consejo de Ministros, este año se anunció que se asignarán más de S/ 106 millones a estas iniciativas.
El camino de la exploración espacial y la ciencia en el Perú está apenas comenzando. Con iniciativas como Misión Kosmos y la visión de jóvenes como Natalia, el país sigue avanzando hacia un futuro donde la innovación y el conocimiento juegan un rol central en su desarrollo.
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