El transporte vehicular es responsable de gran parte de la contaminación ambiental y afecta nuestra salud. Para cambiar esta realidad, podemos optar por formas más sostenibles como caminar, usar bicicleta o transporte público.
A nivel mundial, el sector del transporte es responsable de casi una cuarta parte de las emisiones globales de gases de efecto invernadero y nuestro país es el que cuenta con mayor exposición a la contaminación en América Latina, siendo Lima la segunda ciudad con mayor congestión vehicular del continente, según datos de World Air Quality publicado en el 2019.
Esta contaminación ambiental generada por partículas –como el carbono negro y el dióxido de nitrógeno– que producen los automóviles y otros vehículos son responsables de la crisis climática y también afectan la salud de la ciudadanía. De hecho, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ha estimado que 7 millones de personas alrededor del mundo mueren debido a la contaminación del aire.
Entre los elementos que contaminan el aire que respiramos se encuentran aquellos carros, camiones y buses que usan combustibles fósiles como el petróleo y, de acuerdo con las Naciones Unidas, también modelos motorizados que superan los 20 años de antigüedad y no han pasado las inspecciones de emisiones.
Por ello, frente a problemas originados por el parque automotor como la polución del aire y la congestión vehicular, promover una cultura de movilidad sostenible en el país es indispensable.
Decirle sí a la movilidad sostenible
Esta pandemia nos ha hecho más conscientes de lo necesario que es tener un sistema de transporte público de calidad y espacios seguros que nos permitan trasladarnos caminando, en bicicleta y otras alternativas no motorizadas.
Pero comprometerse con el medio ambiente también es convertirnos en protagonistas del cambio, tomando decisiones en nuestro día a día para luchar contra el cambio climático. De esta manera, cuando hablamos de movilidad sostenible nos referimos a trasladarnos con el mínimo impacto medioambiental posible. A continuación, te contamos cuáles son algunas opciones de acuerdo a tus necesidades:
Para viajes cortos
¿Vives cerca a tu destino? En este caso, puedes elegir caminar o usar bicicleta, que además de ser amigables con el ambiente y no generar grandes costos, te permite ejercitar tu organismo. Por otro lado, entre estas opciones, también se encuentran sus versiones eléctricas como el scooter, la bicicleta y la moto eléctrica, que en los últimos años se han convertido en una alternativa ecológica de transporte y una manera de evitar la congestión vehicular en las ciudades.
Es importante destacar que, en el contexto de la pandemia por la COVID-19, estos medios de transporte son una alternativa efectiva que evita aglomeraciones y disminuye la posibilidad de contagio en relación con el transporte público. No obstante, gran parte de la ciudadanía aun encuentra que la falta de ciclovías y los riesgos a tener un accidente de tránsito son desincentivos para usar la bicicleta, según datos de Ciudades cómo Vamos.
Para viajes más largos
El transporte público se convierte en un gran aliado sostenible y pueden ser los buses, el metro o el tren. Es decir, todos aquellos vehículos que usamos en lugar de uno privado y nos permiten reducir la congestión vehicular y la contaminación.
Según el análisis realizado por la Asociación de Empresas Gestoras de Transportes Colectivos Urbanos (ATUC), el uso de transporte público evita la emisión de hasta 5 millones de toneladas de CO2 al año, lo que lo convierte en una de las opciones más recomendables para mejorar la calidad del aire. Sin embargo, también es tarea de los organismos públicos mejorar el uso de combustibles en el transporte público y fiscalizar el cumplimiento con los límites máximos de contaminantes para proteger el bienestar de las personas.
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