La selva norte peruana, así como la sierra y costa sur, son las regiones del país donde cientos de personas son captadas año a año con fines de explotación.
En los últimos cinco años, se registró un total de 2950 personas como víctimas de trata de personas, según cifras del Ministerio del Interior. Si bien este delito suele atacar a poblaciones en situación de vulnerabilidad, hay lugares donde la captación y el traslado de hombres y, especialmente mujeres, con fines de explotación se hace más recurrente.
De acuerdo con la organización CHS Alternativo, las rutas de la trata de personas no solo hacen referencias a la conexión de un punto geográfico a otro, sino a todo el conjunto de factores que les dan sentido, tales como la tolerancia de los pobladores, la informalidad que facilita el traslado de las víctimas, la impunidad frente a los controles, la fiscalización y la corrupción de diferentes autoridades.
Estos elementos terminan configurando los espacios geográficos en los que, y a través de los cuales, los explotadores captan, transportan, trasladan, reciben y retienen a sus víctimas. En el Perú, hay por lo menos tres rutas de trata de personas identificadas.
Los caminos de la trata
En territorio nacional, la selva norte, la sierra sur y la costa sur son las principales regiones de procedencia de las víctimas de trata. En el primer caso, Iquitos, San Martín y Amazonas son los lugares de captación más recurrentes, de acuerdo con CHS Alternativo. La institución añade que los afectados provenientes de esta zona suelen ser conducidos a Puerto Maldonado, Ucayali y regiones de la costa norte del país.
Por su parte, Cusco, Apurímac, Huancavelica y Ayacucho son el lugar de captación de las víctimas que luego son trasladadas a Arequipa, Juliaca y Puerto Maldonado. Y esta última ciudad recibe víctimas provenientes de Arequipa, Tacna y Moquegua.
CHS Alternativo resalta que los peruanos y peruanas que caen en redes de trata de personas también pueden tener como destino otros países como Ecuador, Colombia, Argentina o Brasil. De la misma forma, las víctimas extranjeras trasladadas al Perú suelen provenir de Bolivia, Ecuador, Colombia, República Dominicana y Haití.
La razón detrás del destino
Las personas que caen en una red de trata tienen tres principales destinos en el Perú, siendo la región Lima el más recurrente. En los últimos cinco años, más de la mitad de las víctimas de este delito a nivel nacional (1496 de 2950) fueron trasladadas a la capital del país con fines de explotación sexual en su mayoría.
De acuerdo con información de CHS Alternativo, la mayor concentración de afectados se encuentra en los distritos de Cercado de Lima, San Juan de Lurigancho, Comas, San Martín de Porres, Jesús María, Independencia, Lince, San Isidro, La Victoria, San Juan de Miraflores y Rímac.
Respecto a la costa norte, la ciudad de Chiclayo resulta ser el destino de las víctimas captadas en Rioja (San Martín) y Bagua (Amazonas). Según el Ministerio del Interior, Lambayeque fue la región que registró el segundo mayor número de perjudicados por este delito desde el 2017.
En el caso de la selva sur peruana, Madre de Dios es otro de los lugares predilectos hacia donde son llevadas las víctimas de trata. En esta región “se desarrollan actividades de minería ilegal, actividad ilícita relacionada a la explotación sexual, laboral y trabajo forzoso en la zona”, apunta CHS Alternativo.
“La trata de personas es explotación humana” es una campaña de CHS Alternativo, USAID y RPP que busca poner en alerta a la población sobre los riesgos, condiciones y finalidades de este delito. Además de informar a la ciudadanía sobre cómo prevenir posibles casos de trata, así como apoyar a las víctimas en su reintegración mediante el trabajo coordinado del Estado con la sociedad civil.
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