Jóvenes de distintas regiones del Perú aún tienen la oportunidad de postular a Beca 18 y acceder a una carrera profesional con todos los gastos cubiertos.
El Perú es un país donde el talento está presente en todos los rincones, pero no siempre las oportunidades. Cada año, miles de jóvenes terminan el colegio con el deseo de seguir estudiando, pero con pocas posibilidades reales de hacerlo.
La brecha entre quienes sueñan con una carrera profesional y quienes logran acceder a una universidad o instituto sigue siendo grande. Por esta razón, acceder a una beca puede marcar la diferencia entre dejar pasar el futuro o construirlo paso a paso.
Porque el talento no debe quedarse atrás
Aunque el presupuesto en educación ha crecido en los últimos diez años, la Secretaría Nacional de la Juventud (Senaju) reveló que solo el 30.9 % de jóvenes peruanos logró acceder a la educación superior en 2022, una cifra menor a la registrada en 2019 (36.6 %), según datos de la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
Este descenso deja en evidencia las desigualdades persistentes en el sistema educativo, sobre todo entre quienes enfrentan condiciones económicas más adversas. En este contexto, impulsar políticas que prioricen la equidad y reconozcan el mérito académico es clave para abrir caminos y generar oportunidades reales de desarrollo.
A ello se suma un desajuste entre la formación que reciben muchos estudiantes y las necesidades del mercado laboral, lo que termina generando frustración y desempleo, incluso entre quienes logran culminar una carrera. Esto demuestra que, más allá de la inversión, aún es necesario construir puentes efectivos entre el talento y las oportunidades.
Una beca que cambia vidas
Beca 18 es un programa del Estado que cubre todos los gastos de estudios superiores —como matrícula, pensión, transporte, alimentación y materiales— para jóvenes con alto rendimiento académico en situación de vulnerabilidad. Gracias a esta beca, miles de estudiantes pueden acceder a universidades o institutos sin que el aspecto económico sea un impedimento.
Además de financiar los estudios, Beca 18 ofrece nivelación académica, enseñanza de inglés y una computadora portátil, lo que permite a los beneficiarios enfocarse plenamente en su formación.
Desde su creación, más de 76 mil jóvenes de distintas regiones del país han sido parte del programa. Hoy, muchos de ellos son profesionales que aportan a sus comunidades con compromiso y conocimiento.

Una segunda oportunidad para seguir soñando
Como parte de la convocatoria 2025, Pronabec ha anunciado una segunda etapa de postulación a Beca 18, dirigida a quienes no lograron acceder en la primera fase o no llegaron a postular. Esta nueva oportunidad estará vigente del 7 de abril al 7 de mayo, y pone a disposición más de 10 mil becas para jóvenes con talento de todo el país que aún sueñan con alcanzar una educación superior.
La ampliación del proceso no solo busca una mayor cobertura, sino que también responde al esfuerzo de miles de estudiantes que se preparan día a día para cumplir sus metas.
Alumnos que inspiran
A lo largo de los años, miles de jóvenes han encontrado en Beca 18 la posibilidad de cambiar su historia. Detrás de cada beneficiario hay una historia distinta, pero todas comparten un mismo motor: la perseverancia.
Una de ellas es la de Selenia Sequeiros, quien dejó Cusco siendo adolescente para continuar sus estudios. Gracias a Beca 18, se formó como ingeniera industrial y hoy lidera equipos en una empresa del sector construcción.
También está el caso de Eduard Soto, natural de Ayacucho, quien logró ingresar a la universidad a los 32 años tras haber abandonado sus estudios por motivos económicos. Su esfuerzo, sumado al apoyo del Estado, le permitió graduarse como ingeniero civil y volver a trabajar a su región.
Historias como las de Selenia, Eduard y tantos otros becarios muestran que el talento peruano no tiene una sola forma, pero sí una constante: el deseo de salir adelante.
Cada beca representa mucho más que un beneficio económico. Es un voto de confianza para jóvenes que, a pesar de las dificultades, siguen apostando por sus sueños. Esta segunda convocatoria es una nueva oportunidad para que miles de peruanos empiecen a construir la vida que imaginan.
Video recomendado
Comparte esta noticia