Nuevos hallazgos en los edificios del complejo arqueológico confirman que los habitantes de la civilización más antigua de América, conocían y dominaban una técnica descubierta recién en 1797 y que les permitía mantener el fuego vivo en ambientes cerrados.
El hallazgo de nuevos fogones en los edificios de Caral, la civilización más antigua de América, confirmó que sus habitantes conocían y dominaban el 'efecto Venturi' hace 5.000 años, mucho antes de que el italiano Giovanni Venturi teorizase, en 1797, sobre este efecto que, entre otras cosas, permite mantener el fuego vivo en estancias cerradas.
Así lo anunció este lunes la arqueóloga peruana Ruth Shady, directora de la Zona Arqueológica Caral, durante la presentación de las actividades conmemorativas del vigésimo cuarto aniversario del descubrimiento de esta civilización que habitó los valles costeros ubicados a 180 kilómetros al norte de Lima.
Shady explicó que en los últimos meses han identificado cinco nuevos fogones o altares de fuego que se unen a los dos que ya habían encontrado anteriormente. En total son siete fogones dispuestos en siete edificios distintos de los doce antiguos asentamientos donde realizan excavaciones, dentro de un valle donde se han identificado veinticinco centros urbanos entre ciudades, pueblos y aldeas.
Conocimientos de física
Los fogones situados dentro de las salas estaban alimentados por el oxígeno que les llegaba mediante una serie de conductos subterráneos que tomaban el aire del exterior. "Sabíamos que había fuego que se prendía dentro de los edificios, pero no sabíamos que tenían un conocimiento de física. Han tenido un destacado conocimiento que solamente en Europa y el resto del mundo se reveló en 1797", indicó Shady, descubridora de Caral.
Shady afirmó que los habitantes de Caral tuvieron "un conocimiento muy avanzado, y ese prestigio de esta civilización tuvo mucho impacto en otras sociedades de culturas diferentes e idiomas distintos".
Por su parte, el arqueólogo Marco Machacuay señaló que los altares de fuego estaban en salas ceremoniales y el volumen de aire que les llegaba por los conductos era tan grande que "todo lo que se arrojaba ahí terminaba reducido en cenizas".
Machacuay explicó que el efecto Venturi se basa en que un volumen de aire adquiere mayor velocidad y fuerza al reducirse por un conducto. El investigador indicó que se trata de un conocimiento que comenzó de manera sencilla hasta volverse más complejo y disponer incluso de recámaras que permiten oxigenar el fuego desde cuatro puntos distintos.
La civilización Caral se desarrolló en los valles cercanos a Lima de manera coetánea a otras grandes culturas antiguas como Mesopotamia, Egipto, China y Tiahuanaco, y su descubrimiento cambió el paradigma de la conformación de las grandes civilizaciones del Antiguo Perú. (Con información de EFE)
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