El hallazgo de una serie de pinturas rupestres en Arabia Saudita deja menos dudas sobre el desarrollo de la amistad entre humanos y canes antes del Neolítico.
(Agencia N+1 / Adrián Díaz). Todos sabemos que el perro es conocido como “el mejor amigo del hombre”, pero ahora tenemos mayor evidencia gráfica de ello en nuestros antepasados. Se ha descubierto en la península arábiga una nueva pintura rupestre que representa escenas de caza donde es posible apreciar claramente figuras de perros domesticados. Las imágenes, además, muestran que no solamente fueron mascotas, sino que también llevaron correas, tal y como se acostumbra en la actualidad.
Un total de 147 de estas escenas halladas exactamente en Shuwaymmis y Jubbah, en el desierto de Arabia Saudita, habían sido talladas en un acantilado de arenisca al borde de un río. Los detalles de la investigación fueron publicados por la revista Journal of Anthropological Archaeology. Angela Perri, coautora del estudio e investigadora del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva comparó las imágenes con un video. “Un millón de huesos no me dirá lo que me dicen estas imágenes”.
La prueba más antigua. La especialista agregó que el descubrimiento de estas pinturas demuestra cómo los perros y los humanos interactuaban. Las figuras corresponden a canes que, con correas alrededor de sus cuellos, era empleados para la captura de gacelas, íbices e incluso caballos salvajes. “Es la única demostración real que tenemos de humanos que usaban perros para la caza”, afirmó Melinda Zeder, arqueozoóloga del Museo Nacional de Historia Natural Smithsonian y cuyo trabajo fue referenciado en el actual estudio.
El arte encontrado tendría una antigüedad de al menos entre 8.000 y 9.000 años, se estimó en el trabajo, lo que convertiría estas imágenes de perros en las más antiguas jamás registradas de su tipo. Hasta ahora, el título le corresponde a una cerámica pintada que se encontró en el suroeste de Irán, la cual también tiene unos 8.000 años de antigüedad. Ambas obras de arte muestran a canes de hocico corto, colas rizadas hacia arriba y orejas pinchadas, muy similares a los perros actuales de Canaan.
¿Mascotas? Algo incluso más sorprendente para los arqueólogos es que estos animales dibujados tienen rasgos individuales, pues algunos presentan manchas específicas en el pecho o en la cabeza, mientras que otros muestran distintas posiciones de cola, postura y pelaje. De acuerdo con las conclusiones del estudio, esto indica que los autores de las pinturas no solo querían transmitir que hubo una gran cantidad de perros a su disposición, sino que además estos eran conocidos y especiales para ellos.
Más allá de las pinturas, anteriormente se habían encontrado fósiles de perros domésticos de más de 30,000 años, aunque la primera prueba realmente sólida de domesticación se da al encontrarse a un perro enterrado con dos humanos hace 14.700 años en Alemania.
Comparte esta noticia