Un estudio examinó los genomas de 1.346 perros para crear un mapa sobre la relación entre diversas razas conocidas y cómo fueron cruzadas por el hombre.
(Agencia N+1 / Hans Huerto) Un estudio de los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU., publicado en la revista Cell Reports, describe un nuevo árbol genealógico de los perros con más de 160 razas que revela la historia evolutiva del animal e incluso la de ciertos males que comparte con su mejor amigo, el hombre.
Los científicos examinaron los genomas de 1.346 perros para crear un mapa que establece la relación entre diversas razas conocidas y cómo fueron cruzadas por el hombre para crear las razas modernas, de acuerdo con la necesidad de que realicen funciones como el trabajo y el pastoreo. El análisis también da cuenta de dos razas precolombinas oriundas del continente americano, que se vieron afectadas por la llegada de las razas europeas tras el descubrimiento de América
Perros de pastoreo. Contrariamente a lo que podría pensarse, el nuevo trabajo, halló que no todos los perros de trabajo o pastoreo están relacionados, precisa Heidi Parker, bióloga autora del estudio. Cuando los genetistas intentaron trazar los linajes de pastores en el pasado, no podían hacerlo con precisión.
Parker y Elaine Ostrander, también autora del estudio, afirman que ello se debe a que los perros de pastoreo surgieron a través de la cría selectiva en múltiples ocasiones y en diferentes lugares, de acuerdo con las diversas necesidades de las comunidades humanas que adoptaron las razas y los ganados que cada grupo crio en sus respectivos hábitats.
En otras palabras: las cualidades deseadas en un perro que pastorea manadas de bisontes son diferentes a las de los que trabajan con cabras de montaña u ovejas, por ejemplo. De ahí que las diferentes razas de pastoreo no tengan una misma raíz genética común.
Rastreo en América. Aunque la mayoría de razas en el estudio tiene un origen en la de Europa y Asia, hubo perros domésticos en las Américas miles de años antes de la llegada de estas razas al continente, con las expediciones españolas. Los hombres que cruzaron el estrecho de Bering entre Alaska y Siberia las trajeron y criaron cuando se convirtieron en los primeros pobladores del continente, aunque estas razas desaparecieron más tarde.
Los investigadores han buscado el legado genético de estos antiguos caninos en el ADN de las razas americanas modernas, pero han encontrado poca evidencia hasta ahora.
Precolombinos. El nuevo mapeo genético de las razas de canes sugiere que el perro sin pelo peruano y el xoloitzcuintli, agrupados en la misma región del árbol genealógico, serían los únicos animales que ostentan dicha herencia.
Para Ostrander y Parker, podrían compartir genes que no se encuentran en ninguna de las otras razas en su análisis, lo que reafirma que provienen de razas precolombinas.
Enfermedades caninas. Además de revelar los orígenes de varias razas, la investigación puede ayudar a mejorar el diagnóstico de enfermedades en perros domésticos e incluso de enfermedades humanas que compartimos con ellos, si se logra agudizar la comprensión del origen y evolución de estos desórdenes, entre estos, la epilepsia, la rabia, la lepra, el cáncer, por ejemplo.
En los seres humanos, cientos de genes pueden influir en el desarrollo de esas enfermedades, lo que dificulta su estudio. Sin embargo, las razas de perros, debido a que han sido relativamente aisladas genéticamente por la crianza humana, pueden llevar solo uno o dos de los genes involucrados en estos males, lo que facilita el estudio genético de las mismas.
Comparte esta noticia