Por ahora nos queda claro que todos los monos son simios, pero no todos los simios son monos. ¿Y qué pasa con los seres humanos?
(Agencia N+1 / Beatriz de Vera) Hace pocas semanas, los científicos han corroborado que nuestros primos más cercanos son los chimpancés bonobos. Estos animales que tanto se nos parecen, ¿son monos, simios, primates o qué exactamente? ¿Y tú? ¿eres un mono, o un simio? No, no te ofendas. La taxonomía puede ser algo confusa, pero para no perdernos en esta maraña de término te explicamos exactamente quién es quién en el mundo de los primates.
En 1944, el paleontólogo estadounidense George G. Simpson dividió el orden Primates en dos subórdenes.
Primates inferiores. El primero es el de los primates inferiores o Prosimii (prosimios), que se caracteriza por prominentes hocicos y largas colas y, en algunas especies, por una tendencia a la disposición lateral de los ojos: en él se incluyen los loris y los lemures.
Primates superiores. El segundo suborden es el de los primates superiores o Simii (simios). Estos se dividen, a su vez, en Platyrrhini (monos del Nuevo Mundo) y Catarrhini (monos del Viejo Mundo y hominoides), según la Enciclopedia Británica. Los primeros, también llamados simios inferiores o monos, tienen cola, e incluyen, entre otros, a las familias Callithricidae (titíes y tamarinos) y Cercopithecidae (macacos, papiones y mandriles). El segundo grupo lo forman los simios superiores (en inglés, apes), acaso su gran característica es que no tienen cola y está formados por dos familias: Cercopithecoidea (o del Viejo Mundo) y Hominoidea.
Por ahora nos queda claro que todos los monos son simios, pero no todos los simios son monos. ¿Y qué pasa con los seres humanos? Pues allá vamos.
¿Y qué somos tu y yo? Este último subgrupo de simios superiores, Hominoidea, se divide en Hylobatidae y Hominidae, quienes se separan en Ponginae, al que pertenecen los orangutanes y, por fin, Hominae, donde nos encontramos los humanos. Pero no estamos solos, las últimas clasificaciones aceptan que gorilas chimpancés y bonobos compartan categoría con nosotros. Así que sí, no somos monos (no tenemos cola) pero somos tan simios como Kanzi, el macho bonobo famoso por aprender idiomas.
En cualquier caso, no siempre ha sido así. Ha habido momentos de la Historia en los que el ser humano era el único miembro vivo de su subgrupo, Hominidae, y como recuerda la Enciclopedia Británica, este acuerdo es “esencialmente una hipótesis de relaciones entre superfamilias, familias y géneros, y se prueba continuamente por el descubrimiento de nuevos fósiles, reanálisis de datos de fuentes convencionales y análisis de nuevos datos como secuencias de ADN”.
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