En algún momento, el rinoceronte negro fue la especie más numerosa, con cifras de hasta 850 mil, pero hoy se estima que hay menos de 5 mil 500 ejemplares en todo el planeta.
(Agencia N+1 /Daniel Meza). Por segunda vez este año el programa de reproducción planificada de rinocerontes negros en el Zoológico Taronga Western Plains ha dado resultado trayendo a la vida un saludable bebe de esta especie. El ejemplar de rinoceronte negro es rarísimo en todo el mundo y críticamente amenazada de extinción. La noticia fue dada a conocer en el sitio web del zoológico y fue reseñada en portal Science Alert.
El ternero, que aun no recibe nombre, nació el 31 de octubre por obra de Bakhita y Kwanzaa, una pareja de rinocerontes negros que también pertenecen al zoológico mencionado. De acuerdo a Scott Smith, cuidador de estos rinocerontes, “cada nacimiento es especial pero tener dos rinocerontes negros en un año es particularmente emocionante”.
Críticamente amenazado
La emoción de Smith se comprende desde que el rinoceronte negro (Diceros bicornis) está críticamente amenazado. En algún momento fue la especie de rinoceronte más numerosa, con cifras de hasta 850.000, pero hoy se estima que hay menos de 5.500 en todo el planeta.
Entre las principales razones para su situación, según reporta el medio, está la tala para la agricultura y la caza furtiva de la especie por sus cuernos. De la venta ilegal de estos últimos, se puede obtener hasta 60.000 dólares por kilogramo en el mercado negro. La especie llegó a tocar fondo en 1995, cuando llegaron a ser solo 2.410 individuos. Si bien lograron reproducirse y aumentar la cifra, aún queda un trabajo arduo para recuperarse totalmente.
Dos son una gran noticia
La situación ha llevado a zoológicos del mundo a invertir en programas de recuperación. El Zoológico Taronga Western Plains, por ejemplo, adquirió seis rinocerontes negros para su programa de reproducción en 1994. Desde entonces, nacieron 14 ejemplares. Por ello, la noticia de dos al año es formidable.
Tomó 15 meses a Bakhita gestar al ternero, que resultó saludable, fuerte, y en perfectas condiciones. Pesó al nacer entre 35 y 40 kilos y el parto fue muy tranquilo, según dieron a explicaron los cuidadores. Bakhita, la madre, también nació en el zoológico en el 2002. Una hembra llamada Mesi nació en abril, sorprendentemente, de una hija de Bakhita llamada Kufara.
Comparte esta noticia