Esta sonda estudió cómo el Sol afecta al campo magnético de la Tierra en la década del 60.
Luego de 50 años, el satélite de la NASA Orbiting Geophysics Observatory 1 (OGO-1) pasó al retiró e ingresó a la atmósfera de la tierra para incinerarse como una bola de fuego.
Durante este fin de semana, la agencia espacial le dio fin a esta sonda que fue lanzada en 1964 para estudiar cómo el Sol afecta al campo magnético de la Tierra.
Los proyectos de Observación de Objetos Cercanos a la Tierra de la NASA confirmaron que la sonda reentró a la atmósfera y se destintegró este 29 de agosto sobre el Océano Pacífico, en la vertical de Tahiti.
La NASA ha enfatizado que la dramática desaparición de OGO-1 es parte del plan.
"La nave espacial se romperá en la atmósfera y no representa una amenaza para nuestro planeta, ni para nadie en él, y este es un suceso operativo final normal para las naves espaciales retiradas", se lee en un comunicado de prensa de la agencia estadounidense.
OGO-1 fue el primer satélite en el programa OGO de seis naves espaciales, cuyos otros miembros se lanzaron en 1965, 1966, 1967, 1968 y 1969. Esos cinco han regresado a la Tierra, más recientemente en 2011.
El satélite también realizó una de las primeras observaciones orbitales de un cometa, observando el cometa 2P / Encke en el ultravioleta en 1970. Dos barreras en OGO 1 no se desplegaron completamente después del lanzamiento, bloqueando un sensor de horizonte y limitando el control de actitud de la nave espacial. OGO 1 se colocó en estado de espera en 1969 y se desactivó formalmente en 1971.
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