Los astrónomos han encontrado muchas estrellas que se han desgarrado por completo con agujeros negros, pero hay muy pocos casos reportados donde la estrella probablemente sobrevivió.
Una estrella rozó un agujero negro gigante en la galaxia GSN 069 y sobrevivió al encuentro tras haber quedado atrapada por su gravedad, según un nuevo estudio con el Observatorio de rayos X Chandra de la NASA y el XMM-Newton de la ESA.
Antes de su encuentro con el agujero negro, a unos 250 millones de años luz de la Tierra, la estrella era una gigante roja que se había hinchado al quemarse a través de su combustible. Una vez que fue atrapada por la gravedad del agujero negro, las capas externas se quitaron y dejaron una estrella enana blanca.
En la aproximación más cercana, el agujero negro extrae la materia de la enana blanca dando una explosión de rayos X vistos por el Observatorio de rayos X Chandra de la NASA y el XMM-Newton de la ESA.
La enana blanca recorre el agujero negro una vez cada 9 horas y emite una explosión de rayos X en su punto más cercano en su órbita.
Los científicos esperan que la enana blanca esté al alcance de este agujero negro durante más de un billón de años, disminuyendo la pérdida de masa con cada pasada que haga.
Los astrónomos han encontrado muchas estrellas que se han desgarrado por completo con encuentros con agujeros negros, pero hay muy pocos casos reportados donde la estrella probablemente sobrevivió, informa el Observatorio Chandra en un comunicado.
Los encuentros como este deberían ser más comunes que las colisiones directas dadas las estadísticas de los patrones de tráfico cósmico, pero podrían perderse fácilmente por un par de razones. Primero, puede llevar una estrella superviviente más masiva demasiado tiempo como para completar una órbita alrededor de un agujero negro para que los astrónomos vean ráfagas repetidas. Otro problema es que los agujeros negros supermasivos que son mucho más masivos que el de GSN 069 pueden tragar directamente una estrella en lugar de que la estrella caiga en órbitas donde pierden masa periódicamente. En estos casos, los astrónomos no observarían nada.
(Con información de Europa Press)
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