Cuerpos rocosos que orbitan la Tierra o se acumulan en el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter pueden ser fuente de riquezas. Las empresas podrían explotar esos recursos.
Estados Unidos podría dar lugar a una nueva “fiebre del oro” con la aprobación de la ley para la exploración del espacio, centrada en permitir la minería en los cuerpos del cinturón de asteroides de nuestro sistema solar.
El 25 de noviembre pasado, el presidente Barack Obama firmó la llamada Ley del Espacio para promover la exploración privada, algo que ya han comenzado a realizar empresas como SpaceX y Orbital ATK, con misiones de carga a la Estación Espacial Internacional.
La ley incluye un último título que permitiría la apropiación de asteroides y otros recursos espaciales por parte de compañías, si consiguen la tecnología para desplazarse y explotar esos cuerpos celestes ricos en minerales como oro, hierro o agua.
La normativa pide al Gobierno no interponerse en esta explotación espacial y estipula que quien sea capaz de recuperar recursos de un asteroide, tiene derecho de “poseerlo, transportarlo, usarlo y venderlo”.
Además, Estados Unidos no se reserva derechos de soberanía, algo que prohíbe el Tratado Internacional del Espacio Exterior, y que no es impedimento para que cualquiera ponga un asteroide a su nombre.
Compañías que han desarrollado proyectos de minería de asteroides, como Planetary Resources o Deep Space Industries, han celebrado la aprobación de esta iniciativa que aclara el marco legal para un negocio que podría ser rentable y lanzar una fiebre del oro a escala espacial.
“Dentro de muchos años se verá la aprobación de esta ley como el momento de la historia que supuso un avance en nuestro camino a convertirnos en una especie multiplanetaria”, indicó Eric Anderson, copresidente de Planetary Resources.
Estas compañías están invirtiendo en desarrollar sondas capaces de aproximarse a un asteroide y explotar sus recursos, en algunos casos desplazándolo de su órbita.
Las opciones de explotación de asteroides en el cosmos son innumerables y van desde la posibilidad de hallar cantidades inagotables de metales preciosos, hasta el apoyo logístico para los asentamientos humanos en la Luna o Marte, con combustibles, agua u otros materiales.
Cuerpos rocosos que orbitan la Tierra o se acumulan en el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter pueden ser fuente de riquezas, con el agua como principal atractivo para la vida más allá de la superficie terrestre.
Un solo asteroide de 500 metros cúbicos podría contener todo el platino obtenido de minas terrestres o tener un precio de mercado de centenares de miles de millones de dólares.
Planetary Resources, con accionistas de Silicon Valley y asesorados por el cineasta y explorador James Cameron, ya ha comenzado a poner en marcha ambiciosos proyectos para visitar asteroides y estudiar su composición con el objetivo a largo plazo de realizar operaciones de minería y convertirse en “las gasolineras del espacio”.
“Es posible que podamos transportar agua y combustible a altitudes como en la que se encuentra la Estación Espacial Internacional a coste más bajo que lo que supone propulsarlos desde la superficie de la Tierra”, explicó John Lewis, jefe científico de Deep Space Industries.
Solo el agua podría ser el origen de un negocio “trillonario”, según afirmaron los ejecutivos de Planetary Resources.
El agua es el petróleo de la futura vida espacial, ya que a través de procesos de hidrólisis podrá obtenerse hidrógeno y oxígeno que impulsaría cohetes, alimentaría satélites y sostendría la vida de exploradores espaciales fuera de la Tierra.
EFE
Comparte esta noticia