Un estudio publicado en la revista 'Primates' observó la conducta de los primates del tempo Uluwatu, es la isla de Bali, y sus 'robos' a los turistas.
(Agencia N+1 / Daniel Meza). Hace unas semanas se habló del ramsonware, un delito informático en el que hackers pedían una recompensa a cambio de devolver el acceso archivos. Como si no fuese suficiente ver esta modalidad en el mundo de las computadoras, ahora una especie de macacos la ha llevado a un nuevo nivel. Un grupo de primates, conocidos como macacos de cola larga o macacos devoradores de cangrejos, moradores de inmediaciones de un templo de Indonesia, han aprendido a hurtar y pedir recompensa por la devolución de pertenencias a turistas.
El curioso comportamiento ha sido observado y detallado en un estudio publicado en la revista Primates. Ciertas especies de monos o macacos se han visto envueltas en actos que bien podrían ser catalogados como robos. Sin embargo, hasta donde se sabe, no son conscientes de lo que hacen. En Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, por ejemplo, colonias de monos afectadas por la sobrepoblación y falta de hábitat optaron por buscar comida en casas de los angustiados vecinos. Otro fue el caso del mono indonesio Naruto, que tras arrebatarle la cámara al fotógrafo británico David Slater, se tomó un selfie que acabó dando la vuelta a Internet e involucrándolo en un insólito conflicto de derechos de autor.
Todo por la recompensa. La conducta de los monos del templo Uluwatu (en la isla de Bali) ya había sido vista largamente: roban pertenencias valiosas como lentes de sol, sombreros, cámaras o en ciertos casos, un poco de dinero. Luego esperan para que el personal del templo les ofrezca comida para recién entonces dejar caer el objeto robado y disponerse a disfrutar de la recompensa, tal como lo muestra un video de NewScientist.
Pero todo esto nunca se había estudiado científicamente. Por ello, un equipo de primatólogos de la Universidad de Liege en Bélgica intentó descubrir por qué esta costumbre se esparció entre la población de monos en mención, un caso único en el mundo. El objetivo era entender más las habilidades cognitivas de los monos y la evolución humana. En cuatro meses de observación a cuatro grupos distintos de monos del área, se vio que dos grupos eran los que más tendían a robar y exigir el canje, además de que los monos aprendían unos de otros el ‘negocio’.
Conducta heredada. Los grupos con mayor cantidad de machos jóvenes eran los más inclinados a cometer actos ‘delictivos’, al ser estos más osados. Los científicos creen haber hallado una evidencia preliminar de que el comportamiento es cultural, transmitido por generaciones de monos aprendiendo los unos de los otros. Evidencias adicionales indican que los miembros de un quinto grupo de macacos recientemente instalados en la zona también aprendieron el método.
El trabajo, indica Brotcorne, ayudaría a investigadores a aprender más sobre la psicología de los primates. Cómo la información es transmitida entre grupos, cuánto estos entienden sus propias acciones y cómo planean todo hacia el futuro. Ayudaría incluso a entender nuestra propia evolución y cómo el comportamiento pudo surgir en algún momento entre nuestros antepasados. Esto es de gran importancia para los primatólogos y evolucionistas. Pero si eres un turista común en Indonesia, te aconsejamos no acercarte mucho a estos monos.
Ubicación del templo Uluwatu:
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