Ratones peludos resistentes al frío: la ciencia avanza hacia la recuperación de mamuts y biodiversidad extinta.
Colossal Biosciences, una innovadora startup de biotecnología que busca traer de vuelta especies extintas, ha dado un intrigante primer paso en su ambicioso plan de resucitar al mamut lanudo: la creación del "Woolly Mouse" o ratón lanudo.
¿Qué hace especial al “Woolly Mouse”?
Este ratón genéticamente modificado presenta características físicas y metabólicas inspiradas en los mamuts, como pelo más largo y grueso y adaptaciones metabólicas para tolerar climas fríos. Este avance marca un hito en la ingeniería genética y reabre el debate sobre las posibilidades y límites de devolver especies extintas al mundo actual.
La creación del Woolly Mouse no es un simple experimento. Según Colossal Biosciences, este ratón demuestra la viabilidad de sus procesos de edición genética de precisión, basados en un profundo análisis computacional.
Su cofundador y CEO, Ben Lamm, lo calificó como una muestra del potencial científico detrás de su misión. "El Woolly Mouse no solo prueba que podemos editar genes para recrear complejas combinaciones evolutivas, sino que también nos aproxima a devolver biodiversidad perdida, impulsando la innovación en conservación", explicó Lamm en declaraciones reproducidas por Bloomberg.
Por ahora, se han modificado 38 ratones con éxito, incorporando genes responsables de características clave. Entre las adaptaciones detectadas están cambios significativos en la textura y el grosor del pelaje, visiblemente más resistente a bajas temperaturas, junto con alteraciones metabólicas que teóricamente permitirán que los ratones almacenen grasa en climas fríos. Sin embargo, como aclaró la empresa, los experimentos en ambientes bajo cero aún deben ser aprobados por comités éticos.
Es importante mencionar que el Woolly Mouse no es el resultado de incorporar genes de mamut directamente en ratones, sino de usar conocimiento evolutivo para recrear condiciones similares. Este enfoque permite a los investigadores identificar y emular rasgos esenciales que ayudaron a los mamuts a sobrevivir en la tundra helada hace miles de años.
¿Qué implica este avance para la resurrección de especies extintas?
El Woolly Mouse es solo el primer paso en un proceso mucho más complejo que apunta a introducir genes de mamut en células de elefantes asiáticos, los parientes vivos más cercanos a estos gigantes del pasado.
Según los planes de Colossal Biosciences, el primer mamut lanudo podría nacer en 2028, usando tecnología de edición genética CRISPR y técnicas avanzadas de reproducción asistida. Además, la empresa no se detendrá con el mamut; otros objetivos incluyen la resurrección del dodo y el tigre de Tasmania, con el objetivo de restaurar ecosistemas degradados por la pérdida de especies clave.
Sin embargo, no todo ha sido entusiasmo. La comunidad científica está dividida respecto al impacto ecológico y ético de traer de vuelta especies extintas. Algunos paleo-genetistas y conservacionistas argumentan que la reintroducción de animales como el mamut podría no lograr el equilibrio ecológico esperado. Por ejemplo, los ecosistemas actuales en Siberia han cambiado significativamente desde la desaparición de los mamuts hace más de 4,000 años. Otros consideran que los recursos invertidos en estas iniciativas podrían destinarse a preservar especies vivas en peligro de extinción.
Colossal Biosciences: una apuesta millonaria por la ciencia
Desde su fundación, Colossal Biosciences ha acumulado más de $435 millones en financiamiento, con inversores de renombre como Winklevoss Capital Management, Paris Hilton y Peter Jackson. Su última ronda de inversiones en enero de 2025 valoró a la empresa en $10.2 mil millones. Este respaldo financiero refleja el interés global por los avances en biotecnología y la posibilidad de transformar el futuro de la conservación.
A pesar de las críticas, la creación del Woolly Mouse es un logro fascinante que demuestra la capacidad de modificar rasgos biológicos complejos mediante ingeniería genética avanzada. Si bien aún queda un largo camino por recorrer para ver un mamut caminando entre nosotros, el Woolly Mouse es un recordatorio de que la ciencia puede reconstruir aspectos del pasado para innovar hacia el futuro.
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