Cerca de 13,000 hombres se vieron afectados por el fármaco, que no listó la ginecomastia como uno de sus efectos secundarios.
(Agencia N+1/Hans Huerto) Los laboratorios Johnson & Johnson afrontarán una demanda conjunta de cerca de 13,000 hombres afectados por el consumo de su medicina Risperdal. La ginecomastia, un aumento excesivo en el tejido mamario de sus tetillas, era uno de sus efectos secundarios y la firma no había advertido al respecto a sus consumidores.
La Organización Mundial de la Salud incluye a la risperidona, el compuesto activo del Risperdal, en su lista de medicamentos esenciales, como uno de los requisitos para sistemas de salud adecuados. Bajo el nombre de Risperdal, los laboratorios empezaron comercializar el medicamento para el tratamiento del trastorno bipolar y la ansiedad en 1994. Sin embargo, recién en 2006 empezaron a incluir entre los efectos secundarios de su consumo a la ginecomastia. Ello, a raíz de que estimula la producción de prolactina, hormona liberada por la glándula pituitaria que estimula el desarrollo mamario.
De hecho, Johnson & Johnson ya ha tenido que pagar US$2.200 millones al gobierno estadounidense luego de suscribir un acuerdo extrajudicial en 2013, en el marco de un proceso contra la firma por haber promovido la administración de Risperdal a pacientes psiquiátricos de la tercera edad y niños. Ello, a pesar de que la Administración de Alimentos y Medicamentos (la FDA estadounidense) había negado varias veces ampliar en ese sentido el mercado para este fármaco, por los riesgos de ataques y derrames que podía suponer para los ancianos. El Risperdal fue en algún momento una de las medicinas más vendidas de la firma, responsable del 5% de sus ventas en 2004 (US$3.100 millones).
Sigue en circulación. El hecho de que los doctores sigan recetando Risperdal es preocupante para Jason Itkin, el abogado que representa a las 13.000 víctimas del medicamento. Ellos demandan a J&J por daños relacionados con “la desfiguración causada por Risperdal”. “Desafortunadamente, las multas pagadas por J&J no ayudaron en nada a aquellos que sufrieron directamente bullying y acoso por desarrollar senos”, le dijo Itkin a CNN. Con la acción judicial los demandantes buscan una reparación que compense las secuelas psicológicas sufridas por el hecho de desarrollar senos siendo varones y que sirva para financiar una operación estética que restituya su físico y repare en algo el daño causado por el Risperdal.
Por su parte, los laboratorios han insistido en que su fármaco ha venido ayudando todos estos años a millones de pacientes psiquiátricos. Desde el 2015, la firma ha empezado a perder millonarias demandas de pacientes afectados por las consecuencias del Risperdal, que declaran no solo que no fueron debidamente informados al respecto de una eventual ginecomastia, sino que además señalan que como parte de las prácticas de la compañía para comercializar el medicamento, sus agentes de ventas dejan de informarle a los médicos que la recetan acerca de la serie de estudios que comprueban las reacciones adversas al fármaco. Las reparaciones individuales por estos casos han ido de los 2 a los 70 millones de dólares.
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