La película dirigida por J.J. Abrams se ha conseguido en la más taquillera de la historia de EE.UU. y busca expandir su mercado hacia China.
La saga de "Star Wars" llega mañana de verdad a las pantallas chinas con el estreno de "El despertar de la fuerza", después de que la primera trilogía solo se pudiera ver por internet o DVD y con mucho retraso, y de que la segunda tuviera una exhibición limitada.
Disney, dueña de la franquicia desde 2012, apuesta fuerte por este estreno en China, pero la saga apenas tiene tradición en el gigante asiático, lo que genera ciertas incógnitas, incluso si los analistas dan por hecho que habrá un éxito de taquilla.
El interés entre la población, en redes sociales y en conversaciones, es claro, pero no tan fuerte como en otros países, ya el universo "Star Wars" es extraño para la inmensa mayoría de los chinos, incluso si los caballeros Jedi, con su atuendo, espadas (láser), frugalidad y misticismo no parecen muy alejados de los samuráis japoneses o los guerreros chinos de antaño.
El estreno de la primera "Star Wars", en 1977, tuvo lugar con una China en la que, recién fallecido Mao Zedong y con la Revolución Cultural apenas acabada, casi no había cines y no proyectaba cintas extranjeras.
Así, la primer trilogía no se exhibió en cines chinos (la primera vez fue en el Festival de Shanghái, en junio de 2015) y solo llegó a China tarde y a través de discos DVD o por internet, por lo que solo la ha visto un sector muy minoritario -y aficionado- de la población. La segunda trilogía sí se proyectó en China pero de forma muy limitada (en 1999, 2002 y 2005), y únicamente recaudó en taquilla 18,7 millones de dólares.
China es ya el segundo mercado mundial del cine, solo por detrás de EE. UU., con una taquilla que totalizó en 2015 los 6.800 millones de dólares (6.300 millones de euros), con un aumento del 48,7 % respecto a 2014, y un total de 1.260 millones de espectadores. EFE
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