Recientemente, el presidente Castillo anunció en unos de sus viajes oficiales que ningún trabajador formal ganaría menos de S/1,000 al mes, lo que luego salió a ratificar como una medida en forma de subsidio temporal por 3 meses de S/70 para los trabajadores formales. En su última modificación, se decidió que este sería un bono único de S/210 soles para quienes trabajaran en empresas formales y ganaran menos de S/2,000 al mes de octubre. Lo que nos invita a reflexionar: ¿es este bono una medida útil para nuestra economía?
No podemos negar que en nuestro país existe una gran necesidad por cubrir en las personas de menores recursos que han sido las más afectadas por la pandemia; sin embargo, es importante que entendamos cuáles son los aspectos negativos y positivos de esta medida en nuestra economía. Una de las críticas más fuertes en contra de los bonos es que no podemos controlar en qué se usarán. Es cierto que muchas personas necesitan de estos bonos para cubrir gastos imprevistos durante la pandemia y créditos, o para afrontar los gastos de fin de año para los cuales el bono cumple su función de apoyo por parte del Estado. Pero también existen otras que utilizan estos bonos en bienes no esenciales. Del lado negativo, encontramos también las razones políticas que impulsan los bonos pues, al ser medidas temporales, obedecen un momento en específico y que pueden ser malinterpretadas como un resultado del gobierno cuando su financiamiento se hace a través de los recursos fiscales. Asimismo, estos bonos solo benefician a las personas que trabajan en los sectores formales, mientras que nuestro sector informal alberga al 70% de nuestra fuerza laboral y que no accederían al bono a pesar de su necesidad.
Los bonos, aunque una medida que ayuda a las personas que más lo necesitan, son solo remedios temporales, pues el verdadero desafío sigue en dinamizar nuestra economía, reducir nuestra informalidad, y retomar la competitividad de nuestros sectores promoviendo la confianza para la inversión.
Comparte esta noticia