En una cultura donde el aborto es considerado para algunas mujeres como un derecho, surge el Proyecto de Ley de Cunas Salvadoras y Nacimiento Confidencial cuyo objetivo es darle una alternativa a la mujer que ha decidido por la vida de su hijo, no lo quiere criar, pero tampoco lo quiere abortar.
Así lo señala Mariana de Lama, presidente de la Asociación Cunas Salvadoras. Para la filósofa esta iniciativa legislativa “también busca ayudar a la mujer que está en estado de fragilidad y desesperación que la lleva a abandonar a su hijo en la calle a que no lo haga y lo haga de la forma adecuada”.
Las cunas salvadoras son incubadoras que estarían habilitadas en diferentes centro de salud públicos y adaptadas para que den a la calle con el fin de evitar el abandono de los niños en condiciones insalubres. Según De Lama, el costo de instalación es mínimo y puede entrar en el rubro de obras por impuestos.
La figura jurídica del nacimiento confidencial permite a la madre gestante recibir asistencia del estado si lo considera pertinente y al final del embarazo entregar al niño para que el estado lo pueda dar en adopción. El nombre de la madre se mantiene en el anonimato, pero el niño tiene derecho a los 18 años de saber quién es su madre.

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