Conoce la extravagante leyenda de Daitenku Taro Jurai, una historia que clama que Jesucristo vivió, se casó y murió en Japón.
La historia de Jesucristo, tal como es narrada en la Biblia, es una de las historias religiosas mas importantes del mundo y dogma de fe para millones de creyentes cristianos. Sin embargo, a través de los años, muchas versiones alternativas (o apócrifas para los cristianos) se han contado sobre una de las figuras mas importantes de la historia de la humanidad. Una de estas versiones es la conocida como Daitenku Taro Jurai, una teoría japonesa que afirma que Jesucristo no solo visitó Japón, sino que tuvo familia y paso sus últimos años en tierras niponas.
Esta curiosa historia nos lleva a Shingo, un pueblo agricultor dedicado principalmente al cultivo de ajos ubicado a 620 kilómetros de Tokio, en cuyos alrededores un sacerdote sintoísta en el año 1932 descubrió un pergamino que clamaba ser el testamento del mismísimo Jesucristo, dictado por el mismo antes de morir y que a la vez identificaba al pueblo como su lugar de sepultura. El pergamino se destruyó en la Segunda Guerra Mundial y una transcripción está en exhibición en el museo de “La Villa de la Leyenda de Cristo” en dicho pueblo.
El pergamino narra que Jesús de Nazaret, a la edad de 21 años dejó su tierra natal y viajó a la lejana isla de Japón, donde tomó el nombre de Daitenku Taro Jurai. Ahi, aprendió el idioma japonés y pasó los siguientes 12 años, los cuales coinciden con el tiempo de su vida que no se llega a narrar nunca en la Biblia.
A los 33 años, Jesús volvió a Judea y sucedió lo que todos conocemos, pero con algunos cambios nada sutiles. Jesús fue encarcelado y condenado por las autoridades judías pero antes de ser ejecutado, cambió de lugar con un hermano desconocido fuera de esta historia, Isukiri. Finalmente Jesús volvió a Japón, huyendo de su tierra y portando la oreja de su hermano y un mechón de pelo de la virgen María, para asentarse en Shingo. Ahi se casó con una mujer llamada Miyuki, tuvo tres hijas y vivió hasta los 106 años.
El lugar donde se encuentra la supuesta tumba de Jesús y su esposa Miyuki está marcado con cruces y Shingo se hizo conocida en el siglo XX como “Kirisuto no Sato” (Ciudad de Cristo).
El legado del Cristo Japonés
Según los expertos, es poco creíble la teoría del manuscrito original debido a que la época de Jesús corresponde al período Yayoi de la historia japonesa, donde no existía escritura formal.
A pesar de las dudas, Shingo ha aprovechado de gran manera esta leyenda y recibe anualmente más de 20 mil turistas que quieren visitar la curiosa tumba y museo. La familia que posee las tierras donde se ubican las tumbas, los Sawaguchi, dicen ser descendientes de Jesús y en Shingo justifican ese ascendencia con los inusuales ojos azules que muchos de los miembros del clan poseen.
Sin embargo uno de los últimos descendientes de los Sawaguchi, Junichiro, a pesar de aceptar su legado como supuesto descendiente de Jesús, no parece preocuparle mucho. “Soy descendiente de Jesús, pero como budista no es que me importe mucho” declaró el oficinista de 62 años al diario británico Telegraph. El pueblo de Shingo realiza anualmente ceremonias para honrar el alma de Daitenku Taro Jurai, que curiosamente siguen el rito sintoísta en una localidad que a pesar de proclamar la posesión de la reliquia cristiana más importante, prácticamente no posee templos que profesen este credo.
Y tu, ¿que opinas? ¿Es una farsa para atraer turistas o es una teoría creíble? Cuéntalo en los comentarios.
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