Gaudencia Yupari, referente del arte del pueblo ayacuchano de Sarhua, se refirió a la polémica generada a partir de la investigación a las tablas por presunta apología al terrorismo.
A finales de enero de este año, la serie de tablas de Sarhua titulada “Piraq Causa” fue intervenida por la Dirección Contra el Terrorismo (DIRCOTE) y la Fiscalía por presunta apología al terrorismo. Pese al pronunciamiento de la directora del Museo de Arte de Lima y del Ministro de Cultura en defensa de estas piezas artísticas, las tablas aún permanecen bajo investigación.
El caso ha generado controversia por tratarse de objetos considerados parte de la historia de una importante comunidad ayacuchana, así como de sus tradiciones culturales. RPP Noticias buscó a una de las representantes más importantes del arte sarhuino: Gaudencia Yupari.
Ella es una de las principales referentes y promotoras de la cultura de Sarhua, además de ser la viuda de Walberto Quispe, reconocido artista artesanal y fundador de la Asociación de Artistas Sarhuinos (ADAPS), los mismos que elaboraron las tablas que están han sido retenidas como parte de una investigación.
“Me sentí muy decepcionada”, es la primera frase que elige Gaudencia para referirse a esta polémica situación. “Nos señalan como terrucos [sic] y no es cierto. Es imposible que hagamos apología al terrorismo porque nosotros vivimos momentos horribles en manos de ellos”, agrega.
EL ARTE COMO EXPERIENCIA DE VIDA
Para entender un poco más acerca de por qué grupos subversivos están graficados en estas piezas artísticas, Gaudencia explica la tradición de la que forman parte las tablas de Sarhua.
“Las tablas de Sarhua se hacen para obsequiarse a las personas que construyen sus casas. Estas tablas tradicionales se las entregan sus compadres y comadres cantando yaravíes y con chicha de jora. Es una gran ceremonia”, narra Yupari.
Según refiere, las imágenes ilustradas en estas obras deben reflejar las tradiciones, costumbres, vestimentas, trabajos y momentos más relevantes de cada familia. “Se grafica todo lo que hace la familia, si tejen ponchos, si se dedican al ganado o lo que sea que los grafique”.
“Lo que vivimos (de mano de los terroristas) es parte de las historias de estas familias. En las tablas hemos puesto todos los momentos sufridos, nosotros pasamos por muchas cosas terribles”, añade.
Para esta referente del arte sarhuino, todo este problema parte de la desinformación de las autoridades. “Ellos (Fiscalía y la DIRCOTE) hablan así porque no saben todo lo que hemos pasado en mi pueblo, no saben ni se interesan, fácil es decir 'ellos son terrucos' [sic], pero no es así”.
UNA LUZ DE ESPERANZA
Aunque este episodio causó un gran malestar entre los artistas y pobladores de la comunidad de Sarhua, en Ayacucho, Gaudencia Yupari manifiesta que nada puede quitar el orgullo que ellos sienten por su cultura y sus tradiciones.
“Me siento muy orgullosa por de lo que ha logrado nuestra cultura, más allá de esta situación”, asegura. “Nuestras tablas se exhiben en museos importantes y hasta han llegado a lucirse fuera de nuestro país”.
Como recuerda Gaudencia, Walberto Quispe llevó sus cuadros fuera del Perú y recibió un reconocimiento por sus trabajos y por la historia que estos contienen. “Yo me siento contenta, sé que las personas aún no entienden nuestra obra, pero me siento muy orgullosa del camino que está llevando nuestro arte”, finalizó.
Las voces defensoras del arte de Sarhua ya se han manifestado respecto a este caso. Solo queda esperar a que esta investigación finalice para que, por fin, todos los peruanos puedan disfrutar del arte de esta población.
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