Coincidiendo con el 50 aniversario de la publicación de sus novelas ´La muerte de Artemio Cruz´ y ´Aura´ se ofreció una charla en la que se recordó su vida y trayectoria.
La Casa de la Literatura Peruana (Caslit) rindió un homenaje póstumo al escritor mexicano Carlos Fuentes, quien falleció el 15 de mayo en su país natal, ofreciendo una conferencia a cargo del profesor de literatura de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos Agustín Prado Alvarado, quien recordó la vida y trayectoria del extinto, de que aseguró fue uno de los principales escritores latinoamericanos de los últimos tiempos.
El evento contó también con la presencia del embajador de México, Manuel Rodríguez Arriaga. El diplomático tuvo palabras de elogio para la Caslit por el reconocimiento al trabajo y la memoria del escritor. “El trabajo de Fuentes ha sido sumamente importante como un medio unificador para Latinoamérica. El fue hijo de diplomático y fue un hombre que se nutrió de la literatura profundamente. Buscaba un modo de hacer ver las cosas de un forma diferente aun cuando se apoyaba en sus propias vivencias a la hora de escribir. México está de luto en estos momentos y resulta gratificante que en el Perú se honre su memoria”, dijo antes de ingresar a la sala donde se ofreció la conferencia y a la que asistieron numerosos segudores del escritor mexicano.
Agustín Prado Alvarado, quien además es jefe del Equipo de Investigación de la Caslit, señaló que Fuentes es una de las figuras importantes del boom latinoamericano. “Es uno de los renovadores de la narrativa latinoamericana con estas novelas como La muerte de Artemio Cruz y Aura, es una persona que está al mismo nivel de sus pares del boom, es realmente una persona muy trascendente. Consideramos que Carlos Fuentes fue una figura universal al lado de Octavio Paz que es otra personalidad del mundo literario mexicano. Si no le hubieran dado el premio Nobel a Mario Vargas Llosa, el otro hispanoamericano que lo hubiese recibido hubiera sido seguramente Carlos Fuentes”, señaló.
“Fuentes era un autor traducido a otras lenguas, muy apreciado por otros autores, era muy leído en diversas comunidades literarias. Su obra era ya justamente uno de los baluartes más importantes de las letras hispanoamericanas, por eso es que a nivel mundial el mundo literario lo llora”, añadió.
La conferencia en Caslit se ciñó a tratar de explicar por qué es tan relevante y por qué sigue vigente “La muerte de Artemio Cruz” que es el libro medular para entender el mundo de Fuentes y “Aura” que es una pequeña obra maestra que está a la altura de novelas cortas como “Los cachorros” o “El coronel no tiene quien le escriba”.
“Fuentes fue un autor que como muchos de los que escriben se basaba en experiencias personales que tenían que ver con sus lecturas. Era muy enciclopédico porque le interesaba tratar de hacer un bosquejo de los diversos tiempos de la historia mexicana y también de la historia universal y por eso él llamó a su ciclo novelístico “La idea del tiempo”. Tuvo una formación muy erudita, tuvo uno de los grandes mentores en México que fue Alfonso Reyes y eso fue una huella muy importante para él, la idea de tratar de conocer las otras culturas para conocerse a sí mismo”, señaló Prado.
Carlos Fuentes fue uno de los escritores miembros del denominado boom hispanoamericano constituido por los Premios Nobel Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez, respectivamente, y por el argentino Julio Cortázar. El escritor mexicano tuvo una producción muy amplia como autor de novelas, cuentos y ensayos y obtuvo premios muy prestigiosos por la calidad de su obra como el Premio Biblioteca Breve (1967), el Premio Rómulo Gallegos (1977), el Premio Cervantes (1987) o el Premio Príncipe de Asturias (1994) además de recibir Doctorados Honoris Causa en las universidades más distinguidas del mundo como Harvard o Cambridge.
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