Del 22 de junio al 5 de agosto en Plaza Lima Sur, La Tarumba presentará el espectáculo "Clásico", una suerte de homenaje a los antiguos circos que se presentaron en Lima.
Fernando Zevallos es un nombre asociado a La Tarumba desde hace 28 años en que empezó primero una aventura circense itinerante que ahora se ha asentado en Chorrillos donde además estrena nueva carpa. Allí del 22 de junio al 5 de agosto, precisamente en Plaza Lima Sur, La Tarumba presentará el espectáculo “Clásico” que es una suerte de homenaje a los antiguos circos que se presentaron en Lima en el último medio siglo.
“Tengo 28 años con La Tarumba pero de niño me gustaba el circo sobre todo los caballos y los payasos. Imagino que los caballos me capturaron desde chico sobre todo desde que una vez llevaron un espectáculo de indios estadounidenses. Era el Circo África de Fieras, que se instalaba en la avenida Alfonso Ugarte. Enrique Basurco lo dirigía y él tenía una gran sensibilidad para el espectáculo circense. Lo llegué a conocer”, le comentó Zevallos a José María Salcedo en el programa “Chema a las 10” de RPP Tv.
Zevallos comentó también que otra característica del circo es su olor. “Huele a tierra, aserrín y cascarilla de arroz, además de la cancha y de las manzanas dulces. Ese es el olor del circo donde se manejan muchas emociones y yo intento llevarlo eso al público: que se ría sin pensar, que se sorprenda, que se asuste pero luego con el número de payasos, se relaje. Es una dramaturgia de emociones”, describió.
“El circo busca el sueño eterno del hombre de volar, que es el sueño de la libertad. Para mí es un sueño recurrente y lo disfruto mucho, incluso sueño que vuelo sobre la carpa de La Tarumba”, fue otro de sus comentarios.
“Soy feliz con lo que hago y con lo que genero. Me está yendo bien. Pero es un negocio de alto riesgo, el levantar la carpa es una inversión bien fuerte. Tenemos un promedio de 100 personas mínimo que trabajamos. A lo largo de mi vida le ayudado a levantar muchas carpas. Esta, que es nueva, nos permitirá brindarle un espacio más cómodo a los espectadores”, dijo añadiendo que la nueva carpa lleva los colores rojo y blanco.
“Mi espectáculo se llama “Clásico” y de alguna manera es un homenaje a ese circo antiguo que a mí me metió en este tema. Creo que mucha gente tiene esa idea porque siempre pregunta por el circo de antes que de de pronto no es ni mejor ni peor que lo que se hace ahora y uno quiere tener ese candor de la infancia. Este espectáculo es un homenaje a esos niños que fuimos antes”, reseñó.
“Alguna vez me dijeron en un evento muy emotivo ¡¡Maestro no se muero nunca!! El arte del circo no consiste en arriesgar la vida, nosotros defendemos el arte y el arte defiende la vida”, concluyó.
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