El escritor recordó aquellos especiales años, cuando su abuelo materno se trasladó a dicha ciudad para desempeñar un cargo diplomático.
El laureado escritor Mario Vargas Llosa visitó la pasada semana Piura, ciudad que le sirvió como escenario de cuentos como Los jefes o novelas como La Casa Verde, y a su llegada confesó la emoción de volver a visitar este lugar de sus recuerdos.
Y un día retornó a Piura. Una ciudad que sirvió no puede pasar por alto en la obra y vida de Mario Vargas Llosa.
Precisamente, el escritor peruano más reconocido se hizo presente en esta ciudad la noche del jueves 7, con el fin de clausurar la exposición conmemorativa que lleva su nombre y que viene recorriendo todo el país con el subtítulo de La libertad y la vida.
Vargas Llosa estuvo menos de un día en Piura, pero este poco tiempo le sirvió para mostrar su gratitud a una tierra que lo cobijó por dos años de su vida. El escritor estuvo acompañado por Edgar Saba, director del centro cultural de la PUCP, una de las entidades organizadoras de dicha exposición.
"No necesito decir lo emocionado que estoy", fueron las primeras declaraciones del afamado novelista en su discurso. Minutos antes, la alcaldesa Mónica Zapata le entregó una medalla de oro de la ciudad y mediante resolución lo declaró Huésped Ilustre. "Ha llenado de orgullo al Perú con su producción literaria", dijo la alcaldesa.
Durante el lapso de seis minutos, Vargas Llosa rememoró aquellos dos especiales años, cuando su abuelo materno se trasladó a dicha ciudad para desempeñar un cargo diplomático. "Piura ha sido una experiencia central de mi vida. Una fuente riquísima de materiales de trabajo para mis novelas, cuentos, obras de teatro e incluso mis ensayos."
El autor de Conversación en La Catedral no ocultó su emoción al encontrarse con las hijas de dos personas que lo ayudaron a despertar su vocación literaria, como fueron el recitador Martín Ramos y el profesor sanmiguelino José Estrada Morales.
Vargas Llosa también se mostró agradecido por la creación de un instituto que lleva su nombre y que fomenta la lectura en la región. En ese sentido, reafirmó su posición de que este hábito no debe desaparecer ni ser sustituido por otras formas de comunicación.
"Si así ocurriera, se produciría un gran empobrecimiento de la cultura. Pero para que la lectura se mantenga viva, son generosas las iniciativas de estos profesores", finalizó. De este modo, concluyó una visita ilustre que Piura retribuyó con gratitud. (Andina)
Y un día retornó a Piura. Una ciudad que sirvió no puede pasar por alto en la obra y vida de Mario Vargas Llosa.
Precisamente, el escritor peruano más reconocido se hizo presente en esta ciudad la noche del jueves 7, con el fin de clausurar la exposición conmemorativa que lleva su nombre y que viene recorriendo todo el país con el subtítulo de La libertad y la vida.
Vargas Llosa estuvo menos de un día en Piura, pero este poco tiempo le sirvió para mostrar su gratitud a una tierra que lo cobijó por dos años de su vida. El escritor estuvo acompañado por Edgar Saba, director del centro cultural de la PUCP, una de las entidades organizadoras de dicha exposición.
"No necesito decir lo emocionado que estoy", fueron las primeras declaraciones del afamado novelista en su discurso. Minutos antes, la alcaldesa Mónica Zapata le entregó una medalla de oro de la ciudad y mediante resolución lo declaró Huésped Ilustre. "Ha llenado de orgullo al Perú con su producción literaria", dijo la alcaldesa.
Durante el lapso de seis minutos, Vargas Llosa rememoró aquellos dos especiales años, cuando su abuelo materno se trasladó a dicha ciudad para desempeñar un cargo diplomático. "Piura ha sido una experiencia central de mi vida. Una fuente riquísima de materiales de trabajo para mis novelas, cuentos, obras de teatro e incluso mis ensayos."
El autor de Conversación en La Catedral no ocultó su emoción al encontrarse con las hijas de dos personas que lo ayudaron a despertar su vocación literaria, como fueron el recitador Martín Ramos y el profesor sanmiguelino José Estrada Morales.
Vargas Llosa también se mostró agradecido por la creación de un instituto que lleva su nombre y que fomenta la lectura en la región. En ese sentido, reafirmó su posición de que este hábito no debe desaparecer ni ser sustituido por otras formas de comunicación.
"Si así ocurriera, se produciría un gran empobrecimiento de la cultura. Pero para que la lectura se mantenga viva, son generosas las iniciativas de estos profesores", finalizó. De este modo, concluyó una visita ilustre que Piura retribuyó con gratitud. (Andina)