Este 5 de febrero, celebramos el Año Nuevo Chino dando la bienvenida al Cerdo. Una festividad que ya no solo forma parte de los hogares de los tusanes. En nuestro país, al menos el 10% de la población tiene origen chino.
En los siglos XIX y XX, el Perú vivió grandes olas migratorias de chinos y japoneses. Ellos se establecieron y, con el tiempo, sus familias crecieron con descendientes orgullosos tanto por su origen asiático como por sus raíces peruanos. A ellos los conocemos como tusanes y nikkeis.
Este 5 de febrero, celebramos el Año Nuevo Chino dando la bienvenida al Cerdo. Una festividad que ya no solo forma parte de los hogares de los tusanes sino de gran parte de los peruanos. En nuestro país, al menos el 10% de la población tiene origen chino.
Tusán es un término peruano ─probablemente de fines del siglo XIX o principios del XX─ que define a un descendiente peruano de familia china. No importa la generación, sus rasgos o si mantiene o no el apellido chino.
La inmigración comenzó en 1849, durante el apogeo del guano, y la mayoría provenía de Cantón. Poco después, algunos de ellos se habían concentrado en los alrededores de la calle Capón. Actualmente, no hay quien se resista para disfrutar de los varios chifas que se han instalado allí.
En el caso de los nikkei, este año se celebra el 120 aniversario de la llegada al Perú de los primeros inmigrantes japoneses. Estos llegaron en el barco Sakura Maru, en 1899, al puerto del Callao. Eran 790 trabajadores nipones que llegaron para trabajar en el campo.
El término nikkei define a todos los descendientes de japoneses. En la web de la Asociación Peruano Japonesa, la escritora Doris Moromisato, es "toda persona de ascendencia japonesa que reside fuera de Japón y forma parte de una comunidad y de un estilo de vida con características propias".
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