El lunes último las acciones chinas cayeron un 7%, provocando la suspensión de las operaciones, tras un informe que mostró una fuerte contracción de la actividad fabril en la segunda mayor economía mundial en diciembre.
Las acciones de China subían el martes luego de que los reguladores financieros y el banco central adoptaron medidas agresivas para restaurar la confianza, un día después de un desplome que preocupó a los mercados globales.
Las acciones perdieron más de un 2 por ciento en las primeras operaciones, lo que generó temores de que se encaminaran hacia un segundo día de ventas de pánico luego de que se hundieron un 7 por ciento el lunes y activaron un mecanismo de suspensión de operaciones en todo el país.
No obstante, luego regresaron a territorio positivo gracias a una mezcla de intervenciones de política e inyección de efectivo.
El índice CSI300 ganaba un 0,8 por ciento a 3.496,50 puntos a media sesión, mientras que el índice compuesto de Shanghái subía un 0,4 por ciento a 3.309,92 unidades.
Las señales de estabilización en los mercados continentales también aliviaron los nervios en Hong Kong, donde el índice Hang Seng operaba con pocos cambios luego de que cayó un 2,7 por ciento el lunes.
El banco central de China inyectó 20.000 millones de dólares en efectivo mediante operaciones de mercado abierto en la mañana y los operadores de divisas dijeron que también intervino para estabilizar al yuan, cuya caída según algunos habría exacerbado el desplome del lunes.
Por su parte, la Comisión Reguladora de Valores de China dijo que estaba considerando más restricciones a la venta de papeles por parte de grandes accionistas, una fuente de preocupación para los pequeños inversores.
El bloqueo a la venta de un total estimado de 1,2 billones de acciones en manos de grandes instituciones, impuesto el verano boreal pasado como una medida de estabilidad durante el colapso del mercado, expirará el próximo lunes.
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