La vicepresidenta Mercedes Aráoz señaló que este fenómeno genera un shock muy fuerte en términos de servicios públicos. "No tenemos las capacidades para recibir a tantas personas", dijo.
La migración venezolana hacia el Perú ha duplicado nuestra capacidad de ofrecer empleos y servicios, sostuvo la vicepresidenta, Mercedes Araóz.
Crisis en Venezuela
Aráoz añadió que un cambio en Venezuela "tomará tiempo" por lo que Perú optó por establecer el requisito de visado humanitario para los ciudadanos de ese país, dijo en una entrevista con la agencia Efe.
El Gobierno peruano exigirá pasaporte y visado humanitario para los ciudadanos venezolanos que lleguen al país a partir de las 00:00 horas del sábado 15 de junio, anunció la semana pasada el presidente Martín Vizcarra.
"Se darán muchas facilidades para otorgar esas visas en varios consulados peruanos de la región, ya que la ruta empieza en Venezuela y pasa por Colombia y Ecuador hasta nuestro país", comentó.
La vicepresidenta detalló además que el gobierno esperaba crecer económicamente para dar empleo a los 300 mil jóvenes que se incorporan al año a la población económicamente activa, pero ahora tendrán una oferta laboral muy fuerte, ya que el país ha recibido una migración de casi 800 mil personas en menos de tres años.
"Ciertamente hay mucha gente (venezolana) preparada que ojalá pudiéramos colocar adecuadamente, pero no hay espacios para ello. Hay poco más de 100 mil personas que están en empleos formales, pero el resto sigue en el mercado informal. No queremos afectar a esos ciudadanos que vienen por una crisis humanitaria", aseveró.
No hay capacidad de ofrecer más empleos
Asimismo, Mercedes Aráoz resaltó que no se establecerán cuotas para la entrega de las visas humanitarias, sin embargo apuntó que el país debe "tener prudencia para el ingreso de personas para preservar la tranquilidad social".
"Es evidente que la situación es muy crítica y que el Perú desea que la democracia retorne a Venezuela, que se pueda llevar la ayuda humanitaria adecuada y que haya una salida a esta situación de crisis, pero no hay necesidad de poner una cuota. Se trata de mantener un ritmo de ingreso más ponderado", refirió.
La también congresista, comentó que el gobierno todavía no sabe cuál será el ritmo de ingreso de los ciudadanos venezolanos al Perú, "todavía es un trabajo que se tiene que hacer de forma ponderada porque no tenemos las capacidades para recibir a tantas personas".
Araóz afirmó que siente que el mundo le da la espalda a los países que abrieron sus brazos a los venezolanos, por lo que la prudencia migratoria se impone.
"Insisto, estamos frente a un fenómeno que sólo miran los países de América Latina. Europa ayudaba a otros países para contener o movilizar adecuadamente la recepción de inmigrantes, pero en nuestro caso nadie nos ayuda y sentimos que nos dan la espalda, es una realidad muy dura. El último año fueron más de 300.000 los venezolanos que llegaron a Perú, es una carga que duplica nuestra capacidad de ofrecer empleos y servicios", dijo.
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