Amazonas, Apurímac, Cajamarca, Cusco, Huánuco y San Martín son las que están produciendo cafés de calidad, para venderlos a los clientes más exigentes Estados Unidos, Japón y Europa.
Desde hace 9 años la Junta Nacional del Café (JNC) organiza el concurso donde un grupo de catadores decide cuál es el café con la más alta calidad del país. Conozca cómo esto puede mejorar la rentabilidad del grano aromático ganador.
El aroma, el sabor, la dulzura y la acidez, son algunas de las cualidades que definen un café de calidad y lo diferencian de uno convencional en el mundo.
Son trece catadores entre peruanos y extranjeros quienes a través de la vista, el olfato y el gusto hallarán el mejor café de las 14 zonas cafetaleras concursantes.
Para Francisco Serracín, catador y productor cafetalero panameño, la cata es un arte que lleva muchos años de perfeccionamiento para describir las características únicas de un buen café.
“El buen café peruano se distingue por ser un café muy cítrico, muy bien balanceado, con un cuerpo medio achocolatado, con algunos toques florales, aquí muchos de los catadores nacionales dicen que los cafés que se prueban aquí tienen hierbaluisa”, afirmó Serracín.
Pero, ¿qué define a un café de calidad? La respuesta es: todo. Desde el suelo en el que la planta crece y los abonos, hasta la recolección, lavado, secado y almacenamiento.
Hoy, 60 de las 98 cooperativas cafetaleras de la Junta Nacional, están haciendo el esfuerzo de mejorar su calidad y han instalado laboratorios con un costo promedio de 30 mil dólares.
Esta inversión es más que retribuida, pues la certificación de calidad, puede triplicar el precio por quintal, que para el café común está en torno a los 100 dólares.
“Pero si yo hago el esfuerzo de producir un café de muy buena calidad puedo obtener una cotización fácilmente encima de los 300 dólares el saco de 100 libras”, aseguró Lorenzo Castillo, gerente general de la JNC.
Las regiones de Amazonas, Apurímac, Cajamarca, Cusco, Huánuco y San Martín son las que están produciendo cafés de calidad, para venderlos a los clientes más exigentes Estados Unidos, Japón y Europa.
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