Las operaciones de las bolsas chinas fueron suspendidas menos de media hora después de la apertura, la segunda medida de este tipo en una semana.
Las operaciones en los mercados bursátiles de China se detuvieron hoy jueves a solo 30 minutos de haber iniciado la jornada, por el desplome de las dos principales bolsas de valores del gigante asiático, provocando así un temblor que arrasó las plazas de valores del mundo.
La negociación de acciones de las bolsas de Shanghái y Shenzhen se suspendió por el resto del día, luego que se conociera que el Banco Popular China (PBOC) fijara el punto medio de su tipo cambiario en 6,5646 yuanes por dólar, el nivel más bajo desde marzo de 2011.
Esta es la octava devaluación decidida por las autoridades monetarias chinas, una medida que preocupa a los inversores. Aunque un yuan débil mejora la competitividad de los productos chinos en el exterior y encarece las importaciones.
La actividad bursátil fue suspendida durante 15 minutos después de que el Índice CSI 300 (que agrupa a 300 valores cotizados en las dos bolsas chinas, las de Shanghái y Shenzhen) cayó un 5%. Cuando se reanudó, la caída continuó y en tan solo unos segundos bajó un 7%, en ese momento se activó un sistema que establece que cuando el índice conjunto CSI 300, baja o sube un 5%, se produce una parada automática de 15 minutos. Si tras la reanudación los movimientos fuertes continúan y se alcanza una variación del 7%, se suspende la sesión hasta el día siguiente.
"Actualmente los efectos negativos del mecanismo son mayores que los efectos positivos. Por tanto, la Comisión Reguladora del Mercado de Valores de China decide suspender el mecanismo interruptor, para mantener la estabilidad del mercado", afirmó un portavoz del organismo, Deng Ken, en un comunicado.
Impacto
La abrupta caída provocó la activación de los interruptores que las autoridades chinas recientemente implementaron en un intento por dominar los volátiles mercados del país. Los inversores ahora temen que el gigante oriental esté comenzando una guerra comercial contra sus competidores.
Cabe resaltar que una depreciación continua del yuan pone presión para que otras economías asiáticas devalúen sus monedas y así puedan mantenerse competitivas frente al enorme poderío exportador de China. Además, hace que las materias primas que cotizan en dólares sean más caras para los compradores chinos, lo que puede debilitar la demanda y presionar aún más a los precios de recursos naturales en una reacción en cadena.
El precio del petróleo cayó hasta los 32 dólares el barril, el nivel más bajo desde hace 12 años. Otras materias primas, como los metales industriales o los productos agrarios, también se vieron impulsadas a la baja.
En Singapur, la Bolsa de Valores perdió 74,36 puntos; en Indonesia, la Bolsa de Valores de Yakarta perdió 78,53 puntos; en Malasia, el parqué bursátil de Kuala Lumpur cedió 12,84 puntos; en Tailandia, la Bolsa de Valores de Bangkok retrocedió 35,21 puntos; en Filipinas, la Bolsa de Valores de Manila descendió 195,02 puntos; y en Vietnam, la plaza financiera de Ciudad de Ho Chi Minh mermó 9,21 puntos.
La nueva suspensión de la cotización de las Bolsas de China arrastró también a la baja a los mercados europeos, donde se registraron caídas cercanas al tres por ciento.
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