Ciudadanos chipriotas han salido a las calles de la capital Nicosia para protestar contra un acuerdo de rescate que temen intensificará la crisis económica del país.
Chipre concluía el miércoles las medidas de control de capitales para evitar una corrida bancaria de parte de los depositantes, que están preocupados por sus ahorros después de que el país acordó un doloroso paquete de rescate con los prestamistas internacionales.
Miles de chipriotas han salido a las calles de la capital Nicosia para protestar contra un acuerdo de rescate que temen intensificará la crisis económica del país y costará muchos puestos de trabajo.
Los líderes europeos dicen que el acuerdo evitó la quiebra del país, lo que podría haber forzado la salida de Chipre de la zona euro.
Los bancos deberían reabrir el jueves luego de que el ministro de Finanzas, Michael Sarris, dijo que esperaba que las medidas de control estuvieran listas para el mediodía del miércoles.
"Los bancos reabrirán el jueves (...) Vamos a ver la mejor manera de limitar la posibilidad de que grandes sumas de dinero salgan, y no imponer condiciones punitivas sobre la economía, las empresas y las personas", dijo Sarris en una entrevista con la televisión chipriota.
El gobernador del banco central dijo anteriormente que algunos controles de capital se aplicarían provisionalmente a todos los bancos. Más temprano, el ministro de Finanzas dijo que la medida podría llevarse a cabo durante semanas.
Los bancos están cerrados desde que las conversaciones finales sobre el rescate se pusieron en marcha a mediados de marzo.
Rusia, cuyos ciudadanos tienen miles de millones de euros en bancos chipriotas, advirtió contra la imposición de Nicosia de controlar los bancos.
"Si hay medidas de este tipo no se va a fomentar la confianza, sólo provocará problemas adicionales para los participantes, los depositantes", dijo a periodistas el ministro de Finanzas ruso, Anton Siluanov, quien se encuentra en Sudáfrica en el marco de una cumbre de los países emergentes BRIC.
El banco estatal ruso VTB tiene una filial en Chipre, el Banco Comercial de Rusia, pero no se ha visto afectado por el acuerdo de rescate.
Siluanov advirtió que la disposición de Rusia de reestructurar y extender un préstamo de 2.500 millones de euros a Chipre dependerá de la decisión de la isla sobre los controles de capital.
"Vamos a discutirlo (la reestructuración del préstamo) en el contexto de las decisiones que el Parlamento apruebe", dijo Siluanov.
"Estamos dispuestos a discutir dentro de estos parámetros", agregó.
REUTERS
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