Julio Pérez Coaguila, coordinador nacional de proyectos de oficina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para los países Andinos, informó que la pandemia impactó la formación de los jóvenes, afectando así su futuro profesional.
Pérez Coaguila sostuvo que, de acuerdo al informe mundial de tendencias de empleo juvenil 2022 de la OIT, a nivel mundial el empleo juvenil disminuyó en 34 millones de personas entre el 2019 y 2020. Para el caso de América Latina y el Caribe, precisó que se perdieron el15% de empleos juveniles durante el 2020, logrando que la población 'nini', es decir, jóvenes que ni estudian ni trabajan, alcance la cifra de 21%.
El representante de la OIT sostuvo que la pandemia afectó severamente la calidad educativa y de formación de los jóvenes, ocasionando que en el futuro enfrenten grandes desventajas dentro del mercado laboral. Para el especialista, los problemas del desempleo, inactividad y precariedad laboral deben situarse en el centro de las políticas de recuperación económica, además de promover la participación de los jóvenes en las políticas activas de empleo y de desarrollo de competencias para que, más allá de proporcionarles ingresos, se pueda prevenir al empleo informal.
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