Datos recogidos servirán para realizar exámenes comparativos entre el nivel adquisitivo de las personas controladas y sus declaraciones de la renta.
La policía fiscal italiana (Guardia diFinanza) ha realizado controles entre los clientes de los hoteles de la localidad turística de Albano Terme, conocida por sus lujosos balnearios, en la que supone una nueva redada contra la evasión fiscal tras la pasada realizada en Cortina D"Ampezzo.
Según publica hoy el diario "Il Gazzetino", los agentes entraron en los hoteles de cinco estrellas de la localidad termal del centro de Italia y se llevaron los datos de los clientes que habían gastado
más de 2.000 euros.
Estos datos, señalan los medios de comunicación italianos, servirán al Fisco de Italia para realizar exámenes comparativos entre el nivel adquisitivo de las personas controladas y sus
declaraciones de la renta.
Con esta nueva operación, el Fisco italiano continúa su lucha contra la evasión fiscal después de que el pasado 30 de diciembre la policía fiscal realizase una masiva redada en la lujosa estación
alpina de Cortina D"Ampezzo, controlando a los turistas, a los propietarios de coches de gran potencia, a los hosteleros y comerciantes.
Tras los controles realizados se comprobó que aquel día las tiendas y restaurantes habían aumentado su facturación en un 400 % con respecto a la misma jornada del año anterior.
Los controles por sorpresa fueron criticados tanto por el presidente de los hosteleros de la localidad alpina, Gherardo Manaigo, que denunció lo "espectacular" de la operación, como por el
alcalde de Cortina D"Ampezzo, Andrea Franceschi, que habló de "estado policial".
Por su parte, el presidente del Gobierno italiano, Mario Monti, calificó de "inadmisible" que haya personas que evaden impuestos mientras hay trabajadores que cumplen los "sacrificios" económicos
establecidos por su Gobierno ante la actual crisis financiera.
Asimismo, agradeció a la Policía y al Fisco de Italia el trabajo que desempeñan en la lucha contra el fraude, después de que se produjesen los controles en Cortina D"Ampezzo.
EFE
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