Banco de Japón probablemente adoptará un objetivo de inflación del 2 por ciento, el doble de su meta actual, y considerará aliviar nuevamente su política monetaria.
El primer ministro japonés, Shinzo Abe, presionó al Banco de Japón para que convierta al crecimiento del empleo en parte de su mandato, luego de que su Gobierno aprobó un estímulo de 117.000 millones de dólares para revivir a la economía.
Bajo intensa presión de Abe, el Banco de Japón probablemente adoptará un objetivo de inflación del 2 por ciento en su revisión de tasas del 21 al 22 de enero, el doble de su meta actual, y considerará aliviar nuevamente su política monetaria, probablemente aumentando la deuda pública y las compras de activos, dijeron fuentes a Reuters esta semana.
La cuenta corriente de Japón, que normalmente registra un superávit, pasó a un inusual y abultado déficit en noviembre, lo que ayudó a llevar al yen a un mínimo en dos años y medio contra el dólar y destacó la necesidad de apoyar a la economía en momentos en que las exportaciones se debilitan.
La receta de Abe para sacar a Japón de años de deflación es un gran gasto fiscal y compras del banco central de deuda soberana, pero existen riesgos debido a que la carga de deuda del país ya es la peor entre las principales economías.
"Un audaz alivio monetario es esencial en la batalla contra la deflación y un yen más fuerte", dijo Abe cuando dio a conocer el gasto directo equivalente a 10,3 billones de yenes (117.000 millones de dólares) en obras públicas, incentivos para la inversión corporativa y ayuda financiera para las pequeñas firmas.
En conjunto con el gasto de los gobiernos locales y las empresas del sector privado, el tamaño de todo el paquete es de 20,2 billones de yenes, de acuerdo a funcionarios del Gobierno.
El Gobierno espera que el estímulo aumente el crecimiento económico real en 2 puntos porcentuales y cree 600.000 puestos de trabajo.
BOJ QUIERE FLEXIBILIDAD
Abe ha hecho de la revitalización de la economía su mayor prioridad, después de que su Partido Liberal Democrático (PLD) ganó la elección el mes pasado, regresando al poder después de tres años en la oposición.
En una entrevista con el periódico Nikkei el viernes, repitió sus llamados para que el BOJ añada el crecimiento del empleo a su mandato como la Reserva Federal de Estados Unidos, que es el único gran banco central que se compromete a impulsar el crecimiento del empleo, así como a mantener la inflación bajo control.
El Banco de Japón se opone firmemente a la adición del crecimiento del empleo a su mandato por temor a que esto amarre sus manos sobre la política futura, aunque puede aceptar una frase en su declaración diciendo de que la creación de más puestos de trabajo sería un objetivo compartido con el Gobierno, dijeron fuentes con conocimiento de la negociaciones sobre la declaración.
"Creo que el Banco de Japón puede responder a las llamadas de Abe sobre el empleo en el marco actual de la ley del BOJ poniendo énfasis un poco más sobre el empleo en sus previsiones", dijo Hiroshi Miyazaki, economista jefe de Shinkin Asset Management en Tokio.
"Pero cuando se trata de la inflación, que es muy difícil conseguir que los precios al consumidor suban un 2 por ciento en el corto plazo. Los precios van a la zaga de la economía por alrededor de un año y hemos estado en recesión desde el año pasado", agregó.
La declaración conjunta, que está siendo negociada por el Gobierno y funcionarios del BOJ, probablemente incluirá una inflación de un 2 por ciento como el nuevo objetivo del banco y un compromiso de continuar con la relajación monetaria agresiva para vencer a la deflación, dijeron las fuentes.
Pero es poco probable que se fijen plazos específicos para lograr el objetivo y dejaría al banco central cierta flexibilidad en la orientación de la política monetaria.
REUTERS
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