La subida de los precios de la energía y de los alimentos fue lo que más influyó en esta nueva escalada de la inflación de Estados Unidos.
En junio la inflación en Estados Unidos alcanzó el 9.1%, impulsada por el encarecimiento de la energía y de los alimentos, según los datos publicados por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS).
La tasa inflación alcanzada en Estados Unidos representa un nivel no visto desde 1981, luego que solo durante el mes pasado los precios de consumo subieran en 1.3 %.
Con estas cifras se evidencia que aún la inflación no siente los efectos de la política monetaria restrictiva de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), la cual se encuentra subiendo sus tasas de interés desde marzo con el fin de mitigar esta alza de precios.
Como se recuerda, en sus últimas tres reuniones la Fed ha subido su tasa hasta a 0.75% en junio y se espera una nueva alza de tasas en su próxima reunión de política monetaria de este mes, que se celebrará los días 26 y 27 de julio.
"La prioridad para la Reserva Federal es contener los precios, y este organismo ya ha dejado claro en varias ocasiones que continuará actuando para cumplir con ese objetivo, aunque su política monetaria restrictiva pueda traer consecuencias negativas sobre la evolución económica", indica la agencia EFE.
Mayores precios
Los datos oficiales indican que la energía se encareció en 7.5 % en un mes, contribuyendo a casi la mitad de la subida mensual. Solo el mes pasado el precio de la la gasolina tuvo un incremento de 11.2%
En los últimos 12 meses los precios de la energía han subido el 41.6%, con lo cual alcanza su mayor cifra desde abril de 1980.
Sin embargo, la Casa Blanca indica que en julio ya se están registrando bajadas en los precios de los combustibles. Según señalan, el precio medio del galón de gasolina fue de US$ 4.92 en junio, pero ahora se encontraría en US$ 4.66.
Por otro lado, los precios de los alimentos subieron en 1% en junio. Durante el último año el costo de los alimentos es 10.4% mayor, su nivel más alto desde febrero de 1981.
Si solo se cuenta la inflación subyacente, que mide el encarecimiento de los precios excluyendo la energía y los alimentos, esta fue del 5.9 %.
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