InPERU, liderada por Mercedes Aráoz, impulsa la atracción de inversión extranjera y de capitales al Perú, con foco en Londres y Madrid. Busca diversificar sectores, reforzar la estabilidad económica y promover alianzas público-privadas para generar empleo y desarrollo sostenible.
Mercedes Aráoz, presidenta de InPERU, una asociación sin fines de lucro impulsada por el sector privado, se presentó en Economía Para Todos por RPP y dio a conocer detalles sobre las iniciativas de la organización para atraer inversión extranjera directa y capitales a Perú.
InPERU: Un vínculo para la inversión y el desarrollo
InPERU se posiciona como el "promotor de la atracción de la mejor inversión directa extranjera y también inversión en mercado de capitales al país, es decir, traer recursos para la generación de empleo y desarrollo al país" desde el sector privado.
La misión de la asociación es colaborar estrechamente con el Estado, manteniendo siempre un enfoque en la institucionalidad, la transparencia y el Estado de derecho.
Europa como foco de inversión estratégica
Después de reanudar su programa en Nueva York el año pasado, InPERU ha fijado su mirada en Europa, eligiendo Londres (Reino Unido) y Madrid (España) como plazas cruciales. Aráoz detalló que esta decisión responde a que "Reino Unido es el primer inversionista del país en términos de stock acumulado, más de $ 100,000 millones en stock de inversión directa extranjera y también lo es España". Las inversiones de estos países se distribuyen en una gama de sectores, incluyendo minería, construcción, banca, turismo y telecomunicaciones.
Un factor determinante para la elección del Reino Unido fue el reciente y exitoso acuerdo de doble tributación con Perú, un pacto que España también busca concretar. InPERU persigue la diversificación de inversiones, evitando la concentración en un solo país y constatando el "mucho interés" de inversionistas institucionales y reales en ambas plazas europeas.
La imagen del Perú frente al contexto político
Ante el desafío de un año preelectoral, el mensaje central que InPERU busca transmitir es la estabilidad de Perú. "Queremos trasladar que es un país estable, que los cambios políticos no significan cambios económicos, radicales, constitucionales o cosas por el estilo", afirmó Aráoz.
Para robustecer este mensaje, la delegación peruana cuenta con la presencia de altos funcionarios públicos. Destaca la participación del presidente del Banco Central de Reserva, Julio Velarde, cuya presencia es una "garantía". También se suman representantes de instituciones clave como la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP, la Superintendencia del Mercado de Valores, así como los ministros de Comercio Exterior y Turismo, Economía y Finanzas, y Energía y Minas.
La delegación tiene como objetivo mostrar "la solidez del país y el interés que tenemos de manteniendo un buen Estado de derecho, ofrecerles unas buenas oportunidades de desarrollo de inversiones potentes", presentando más de 60 proyectos disponibles para los mercados europeos. Un interés particular se ha manifestado en temas como la energía verde, finanzas verdes y energías renovables, complementando las oportunidades en la minería tradicional.
La participación en el evento de Nueva York fue altamente positiva, con más de 100 contactos estratégicos y un impacto clave en la reducción de preocupaciones coyunturales. Se reafirmó la solidez del manejo de los bonos soberanos de Perú y la estabilidad fiscal, respaldada por la presencia de los dos superintendentes, símbolo de la independencia y fortaleza institucional del país.
Mercedes Aráoz subrayó la importancia de la colaboración público-privada, instando al gobierno a mantener el rumbo en la simplificación de trámites, reducción de la burocracia y garantía de seguridad jurídica mediante normas claras.
Asimismo, enfatizó la urgencia de combatir la informalidad en todos los sectores, con el fin de generar empleo formal, fortalecer la seguridad social y el sistema de pensiones, y elevar la economía peruana a un mayor nivel. La estrategia de promoción de inversiones se orienta a decisiones de largo plazo, preservando la estabilidad económica, financiera y fiscal que Perú ha sostenido por más de tres décadas.