Un estudio del Grupo de Análisis para el Desarrollo (Grade) indica que el impacto de la inversión pública es muy reducido en el corto y mediano plazo.
La inversión pública podría ser un motor para la reactivación económica, sin embargo no está cumpliendo su objetivo de disminuir la desigualdad en el país, según un estudio del Grupo de Análisis para el Desarrollo (Grade).
De acuerdo con la investigadora de Grade, Lorena Alcázar, el impacto de este uso de recursos públicos para obras que beneficien a la población están siendo muy reducidos, y se requerirían grandes montos para que la situación cambie.
"La inversión pública no parece ser un canal para reducir la desigualdad, por lo menos en el corto y mediano plazo. Si se ve como una política para ello, habría que hacer algo adicional porque sino no se observará un efecto", dijo.
En los gobiernos regionales es en donde no se ven impactos de la inversión pública, mientras que en los gobierno regionales se observa una mayor incidencia ante la inversión en saneamiento.
Asimismo, el ex ministro de Vivienda, Milton Von Hesse, señala que no hay un plan a largo plazo para realizar inversiones públicas de calidad, lo cual impide dar una eficiencia para reducir las brechas y la pobreza.
“Aquí hay una visión más micro sobre lo que debe ser el círculo de inversión. No hay una visión de desarrollo territorial. No se selecciona un portafolio de proyectos orientados directamente a cerrar brechas”, comentó.
Von Hesse señaló que los proyectos debe diversificarse el presupuesto más allá de la infraestructura.
"La inversión se centra mucho en la infraestructura y somos poco conscientes de que no es suficiente verla, sino que también que luego genere servicios básicos de calidad a la población", sostuvo.
Asimismo, durante la presentación del informe, también se resaltó que sin un plan para reducir los niveles de desigualdad se condicionará los niveles de crecimiento económico a futuro.
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