La junta de acreedores de la empresa metalúrgica Doe Run Perú (DRP) aprobó el plan de reestructuración de los activos de la empresa.
La junta de acreedores de la empresa metalúrgica Doe Run Perú (DRP) aprobó el plan de reestructuración de los activos de la empresa, que comprenden el Complejo Metalúrgico de La Oroya (CMLO) en Junín, así como los activos en la mina Cobriza en Huancavelica.
La propuesta obtuvo el 99 % de los votos. Solo se abstuvieron los representantes de los acreedores laborales y AFP Prima.
El plan establece que a partir del 1 de julio del 2015 la empresa empiece a subsanar los créditos laborales. El pago alcanza los US$ 45,2 millones, tendría dos años de gracia y culminaría el 2022.
Asimismo el documento propone el pago de US$ 23,4 millones a los proveedores del Programa de Adecuación y Manejo Ambiental (PAMA) a partir del 2015. El plan de pago establece un periodo de gracia de 18 meses y tendría una duración de dos años y medio.
El pago a las ‘acreencias generales’, que comparten la empresa matriz (Doe Run Cayman), la Sunat y parte del Gobierno, alcanza los US$ 223,6 millones y comenzaría a cancelarse el 2018 y culminaría el 2027.
Según reveló a RPP Noticias el presidente de la referida junta, Diego Calmet, la deuda de Doe Run asciende a más de US$ 600 millones, tendrá dos años de gracia y se cancelará en un plazo que durará hasta el 2030.
Asimismo, adelantó que dentro de un mes se volverá a reunir la junta de acreedores para ajustar el plan de restructuración.