Un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) señala que las trabajadoras del hogar también se vieron afectadas por la informalidad.
En el último año el trabajo doméstico, representado por 14,8 millones de personas en América Latina y el Caribe, estuvo marcado por la informalidad y la fuerte pérdida de empleos debido a la pandemia de la COVID-19, según reporta la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Hasta el segundo semestre del 2020 se reportó que un 50% de las trabajadoras del hogar perdieron sus empleos en la región.
De los 10 países donde se registra una mayor pérdidas de empleo en trabajo doméstico, siete son de América Latina. Solo en Perú el número de trabajadores domésticos disminuyó hasta en un 70% si se compara lo registrado al cierre del 2020 con lo que se tenía en el 2019.
Los más afectados por este impacto en el sector son los trabajadores del hogar informales. La OIT indica que la tasa de informalidad en este sector es de 71.3% en la región, pero a nivel mundial se estima que son 61,4 millones de trabajadores domésticos con empleo informal, es decir, no tienen acceso a protecciones sociales y laborales.
Este porcentaje de empleo informal entre los trabajadores domésticos duplica el de otros trabajadores asalariados.
“La región deberá tomar medidas extraordinarias para superar los efectos devastadores de esta crisis en el empleo, este es el momento de aplicar más y mejor las leyes sobre el trabajo doméstico poniendo especial énfasis en superar la informalidad y extender la protección social, pues es el único camino para avanzar hacia el trabajo decente”, dijo Vinícius Pinheiro, Director de OIT para América Latina y el Caribe.
El estudio señala que solo en ocho países de la región las leyes les reconocen el derecho a indemnizaciones por desempleo, 13 países consideran prestaciones por accidentes de trabajo y 15 les reconocen prestaciones por enfermedades profesionales.
“Es lamentable que muchas trabajadoras hayan tenido que enfrentar la pandemia sin condiciones de trabajo y protocolos de salud y seguridad adecuados para minimizar la exposición a riesgos de contagio en los hogares. Al enfermarse sin cobertura de protección social, a muchas fue denegado el derecho de acceder a las prestaciones de seguridad social y a los cuidados justamente cuando estos eran más necesarios,” agregó Vinicius Pinheiro.
Cabe recordar que en el Perú existe una ley para los trabajadores del hogar, promulgada a fines de septiembre del 2020 y reglamentada desde abril de este año, que establece nuevas condiciones para la contratación de personal para labores del hogar.
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