Según indicó el líder de Proturismo, la nueva Ley General de Turismo impulsa la descentralización y apoya a microempresarios con incentivos fiscales, acceso al IGV anticipado y financiamiento. Se proyecta que eleve el aporte del turismo al 4.2 % del PBI al 2030, generando desarrollo e infraestructura en todo el país.
La Ley General de Turismo promete ser un catalizador sin precedentes para el desarrollo económico y social del Perú. Tito Alegría, director ejecutivo de Proturismo, se presentó en Economía Para Todos por RPP y destacó los pilares fundamentales de esta normativa, detallando en el enfoque en la micro y pequeña empresa.
Ley pensada en los emprendedores peruanos
Según contó Alegría, la ley permitirá a los emprendedores que, por cada inversión que realicen en sus negocios, puedan solicitar la devolución del Impuesto General a las Ventas (IGV).
Este beneficio se materializa a través de la modificación del Régimen Especial de Recuperación Anticipada del IGV, que antes solo era accesible para "grandes empresas" que realizaban inversiones superiores a los $ 5 millones, una cifra "imposible para muchos emprendedores".
Ahora, esa barrera se ha reducido drásticamente en un 500 %, haciendo el retorno del IGV accesible para las pequeñas y medianas inversiones. "Esto es lo que necesitábamos", afirmó Alegría, señalando que países como Ecuador, Colombia, Brasil, Argentina y España ya contaban con incentivos similares para el desarrollo turístico.
Los cuatro frentes de la ley
Tito Alegría desglosó los cuatro puntos clave de la nueva Ley General de Turismo:
Zonas Especiales de desarrollo turístico: La ley crea zonas prioritarias para el turismo en áreas alejadas, con incentivos fiscales. Las nuevas inversiones estarán exentas del Impuesto a la Renta por 5 años; luego pagarán 10% (años 6-10) y 15% (años 11-15). El objetivo es descentralizar el desarrollo turístico, generar empleo y atraer inversión pública en infraestructura como carreteras y salud.
Fondo de Desarrollo Empresarial al Turismo: Este fondo está dirigido a micro y pequeños empresarios turísticos (99% del sector), como dueños de hospedajes, restaurantes, artesanos y transportistas. Ofrecerá financiamiento a través de Cofide y el Mincetur para mejorar o crear productos turísticos.
Modificación del RERA: Se reduce el umbral de inversión para acceder a la devolución del IGV, facilitando que pequeños empresarios reinviertan en contratación, mejora y promoción de sus negocios.
Conectividad aérea: Se amplía a 5 años el régimen de admisión temporal de aeronaves sin garantías. Esto reducirá costos para aerolíneas y permitirá abrir más rutas nacionales e internacionales, como ocurrió con el ingreso de 40 aviones entre 2011 y 2014.
Impacto económico y proyecciones del sector
En 2024, el turismo aportó el 2.9 % del PIB ($ 11,400 millones). Con la nueva ley, se espera que en 2030 suba al 4.2% (más de $ 20,000 millones), impulsando inversiones en carreteras, aeropuertos, salud y educación, promoviendo así una descentralización real.
Aunque aún no se alcanza el nivel prepandemia de 4.2 millones de turistas (en 2023 llegaron 3.2 millones), el turismo interno ha sido clave para mantener vivo el sector. Alegría destacó la resiliencia y pasión de los emprendedores turísticos, quienes ahora cuentan con un marco legal que les permitirá proyectarse a largo plazo.