Si el Congreso no actúa, alrededor de 85.000 millones de dólares en recortes de gastos en diferentes áreas comenzarán a aplicarse el 1 de marzo.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, renovará el martes la presión sobre los congresistas republicanos para que hagan concesiones que eviten los cada vez más probables recortes presupuestarios que comenzarían a aplicarse el 1 de marzo.
Obama aparecerá en la Casa Blanca a las 1545 GMT con funcionarios de servicios de emergencia del país que perderían sus empleos si los recortes entran en vigor.
Un funcionario de la Casa Blanca dijo que Obama instará al Congreso a aprobar un aumento de impuestos por 110.000 millones de dólares y un plan que posponga los recortes de gastos más severos.
Si el Congreso no actúa, alrededor de 85.000 millones de dólares en recortes de gastos en diferentes áreas comenzarán a aplicarse el 1 de marzo y continuarán hasta el 30 de septiembre, como parte de un plan presupuestario de ahorro de una década que asciende a 1,2 billones de dólares.
La mitad de los recortes estarán dirigidos al Pentágono y la otra mitad se dividirá entre varias agencias gubernamentales.
La Oficina de Presupuesto del Congreso estima que, de aplicarse plenamente, estos recortes podrían frenar el crecimiento de Estados Unidos y evitar la creación de unos 750.000 puestos de trabajo durante este año.
Sin embargo, debido a la distancia que existe entre demócratas y republicanos por la manera de evitar los recortes automáticos, se espera ampliamente que éstos entren en vigor el 1 de marzo.
En las semanas siguientes, una medida de reemplazo podría ser negociada en el Congreso, que ya trabaja en un acuerdo para financiar a las agencias gubernamentales que se quedarán sin fondos el 27 de marzo.
REUTERS
Comparte esta noticia