El ministro de Energía y Minas, Pedro Sánchez, expresó su confianza en que estas negociaciones terminen "en el plazo de doce meses".
El Gobierno peruano comenzó a renegociar con las empresas extranjeras el pago de las regalías por el gas que sale del país para equipararlas a las que paga el mercado interno, informó el ministro de Energía y Minas, Pedro Sánchez.
En una reunión con la prensa extranjera acreditada en Perú, Sánchez señaló que la renegociación por las regalías comenzó el pasado viernes, y confió en que terminen "en el plazo de doce meses", si bien se negó a adelantar una fecha más precisa "para no poner condiciones".
La cuestión ha desatado una gran polémica en las últimas semanas, al confirmarse que el consorcio de Camisea (que explota un rico yacimiento de gas) paga para el mercado interno cerca de 1,2 dólares por cada millón de Unidad Térmica Británica (BTU por su sigla en inglés) vendida, casi el doble de lo que paga por el gas exportado.
El pasado viernes el presidente de Perupetro, empresa encargada de las concesiones de hidrocarburos, señaló que las empresas extranjeras han mostrado "mucha comprensión" ante la situación y que "no hay ninguna oposición de ellos a conversar".
Por otro lado, el ministro se refirió a los numerosos conflictos generados por las actividades mineras al subrayar: "como país queremos un desarrollo minero con pleno respeto al medio ambiente y logrando acuerdos comunitarios".
Afirmó que no ha habido ni un solo caso en el que una empresa haya comenzado a explotar una mina con la oposición expresa de la comunidad afectada.
Del mismo modo, Sánchez indicó que no deben sobredimensionarse los datos sobre concesiones mineras o petroleras ya que, por ejemplo, si bien el 70 por cien de la Amazonía peruana está concesionada para su exploración, "el área de intervención no llega al 1 por ciento".
El titular de Energía reconoció que en el pasado las compañías mineras comenzaban a explotar sus concesiones sin realizar estudios de impacto ambiental (EIA), que han dejado "miles de pasivos (ambientales)", pero dejó claro que en la actualidad todos los proyectos mineros deben presentar un riguroso EIA e incluso un estudio de impacto arqueológico.
Sánchez se congratuló de que su país, en solo dos años, haya llegado a garantizar y desarrollar el abastecimiento energético, tanto para las necesidades de electrificación nacional (con los proyectos en curso pronto se alcanzará el 85 por ciento) como para la exportación.
En cuanto a la controversia sobre las reservas de gas y su capacidad de atender la demanda interna, insistió en que la producción actual de 530 millones de pies cúbicos diarios permite casi duplicar una demanda que cifró en 300 millones, y "en 2012 estaremos en capacidad de triplicar la capacidad de atención del mercado interno". EFE
En una reunión con la prensa extranjera acreditada en Perú, Sánchez señaló que la renegociación por las regalías comenzó el pasado viernes, y confió en que terminen "en el plazo de doce meses", si bien se negó a adelantar una fecha más precisa "para no poner condiciones".
La cuestión ha desatado una gran polémica en las últimas semanas, al confirmarse que el consorcio de Camisea (que explota un rico yacimiento de gas) paga para el mercado interno cerca de 1,2 dólares por cada millón de Unidad Térmica Británica (BTU por su sigla en inglés) vendida, casi el doble de lo que paga por el gas exportado.
El pasado viernes el presidente de Perupetro, empresa encargada de las concesiones de hidrocarburos, señaló que las empresas extranjeras han mostrado "mucha comprensión" ante la situación y que "no hay ninguna oposición de ellos a conversar".
Por otro lado, el ministro se refirió a los numerosos conflictos generados por las actividades mineras al subrayar: "como país queremos un desarrollo minero con pleno respeto al medio ambiente y logrando acuerdos comunitarios".
Afirmó que no ha habido ni un solo caso en el que una empresa haya comenzado a explotar una mina con la oposición expresa de la comunidad afectada.
Del mismo modo, Sánchez indicó que no deben sobredimensionarse los datos sobre concesiones mineras o petroleras ya que, por ejemplo, si bien el 70 por cien de la Amazonía peruana está concesionada para su exploración, "el área de intervención no llega al 1 por ciento".
El titular de Energía reconoció que en el pasado las compañías mineras comenzaban a explotar sus concesiones sin realizar estudios de impacto ambiental (EIA), que han dejado "miles de pasivos (ambientales)", pero dejó claro que en la actualidad todos los proyectos mineros deben presentar un riguroso EIA e incluso un estudio de impacto arqueológico.
Sánchez se congratuló de que su país, en solo dos años, haya llegado a garantizar y desarrollar el abastecimiento energético, tanto para las necesidades de electrificación nacional (con los proyectos en curso pronto se alcanzará el 85 por ciento) como para la exportación.
En cuanto a la controversia sobre las reservas de gas y su capacidad de atender la demanda interna, insistió en que la producción actual de 530 millones de pies cúbicos diarios permite casi duplicar una demanda que cifró en 300 millones, y "en 2012 estaremos en capacidad de triplicar la capacidad de atención del mercado interno". EFE
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