Alejandro Narváez, expresidente de Petroperú, cuestionó su sorpresiva destitución y sugirió un trasfondo político ante la falta de argumentos técnicos. Defendió su gestión, destacando la reducción de pérdidas y la estabilización operativa de la empresa, y advirtió que la inestabilidad directiva afecta su credibilidad financiera.
Alejandro Narváez, expresidente de Petroperú, se presentó en Economía Para Todos por RPP y expresó su desconcierto y preocupación por la forma en que se produjo su salida de la entidad estatal. Narváez se enteró de la decisión tomada por la Junta Central de Accionistas de la empresa indirectamente, a través del gerente general, Óscar Vera, quien le reenvió el acta cerca de las 9 de la noche.
"A mí no me ha llegado ningún documento", afirmó Narváez, señalando que hasta el momento no ha recibido ninguna comunicación oficial directa con relación a su alejamiento de la presidencia de Petroperú.
Lamentó el proceso, indicando que le hubiese gustado que lo invitasen a la junta para comunicarle que debía dejar la dirección, lo que hubiese sido el canal "mucho más correcto".
¿Hay un trasfondo político? Narváez responde sobre su salida de Petroperú
Ante la falta de justificación técnica, Narváez especula que su remoción obedecería a razones políticas, posiblemente relacionadas con los recientes cambios en los ministerios de Economía y Finanzas (MEF) y Energía y Minas (Minem), que conforman la Junta General de Accionistas.
"No sé exactamente por qué desde el punto de vista técnico económico la empresa está caminando muy bien", indicó. El expresidente sugirió que la explicación detrás de su salida es probablemente política, ya que técnicamente "la empresa, repito, está encaminada, está estabilizada nuestras refinerías, estamos exportando mercados internacionales, estamos recuperando cuotas de mercado".
Narváez enfatizó que él no representa a ningún partido político y fue invitado al cargo debido a su experiencia en el sector. Además, reveló que nunca se reunió o tuvo comunicación con los nuevos titulares del MEF y Minem desde que asumieron sus direcciones.
Los resultados que dejó Alejandro Narváez en Petroperú
El expresidente defendió su gestión, mencionando los resultados que tuvo en un contexto financiero difícil. Recordó que heredó una empresa con una pérdida acumulada al cierre del ejercicio 2024 de $ 2,109 millones y un capital de trabajo negativo de $ 2,359 millones.
Bajo su dirección, se implementaron medidas de ajuste, eficiencia y reducción de gastos que permitieron reducir la pérdida proyectada de $ 1,030 millones a $ 742 millones el año pasado.
Narváez se mostró optimista con las proyecciones futuras, señalando que la empresa está en camino a recuperarse:
- Se espera que la pérdida de 2025 se reduzca a unos $ 290 millones.
- A partir del año 2026, la empresa espera obtener resultados positivos.
- En cuanto al indicador EBITDA (Ganancias antes de Intereses, Impuestos, Depreciación y Amortización), la proyección para este año es de $ 113 millone, ascendiendo a $ 614 millones para 2026.
"Dejamos la empresa estable, nuestras refinerías están totalmente estabilizadas, tenemos nuevos proyectos que están en curso", aseveró.
A pesar de la deuda importante que posee Petroperú (por bonos y préstamos sindicados), el expresidente destacó que la percepción de los mercados financieros internacionales es "muy positiva," lo cual se evidencia en la apreciación de la cotización de los bonos de la empresa.
El costo de la inestabilidad directiva
Narváez señaló que Petroperú ha tenido nueve presidentes de directorio en los últimos nueve años, una volatilidad que, según él, genera "muchísimo daño" a la empresa, especialmente cuando los cambios son injustificados.
El exfuncionario argumentó que su salida es un "cambio injustificado" y que estos movimientos "afecta negativamente a los mercados financieros, a nuestros clientes, a nuestros acreedores y eso pasa factura". Sostuvo que la forma en que se hizo el cambio es perjudicial, ya que la imagen de inestabilidad dificulta conseguir dinero en los mercados financieros, obteniéndolo con tasas muy elevadas.
Narváez enfatizó que no dejó la empresa por temas de corrupción, ineficiencia o malas prácticas, sino mostrando resultados que Petroperú tiene una "clara tendencia positiva". Concluyó con un llamado a la formalidad: "Los profesionales y los técnicos en el mercado peruano, merecemos un mínimo de respeto".
Sobre el estado actual de la compañía, Narváez aclaró que Petroperú no está "al borde de la quiebra", aunque sí atraviesa una situación difícil relacionada con el capital de trabajo.