Esta semana el podcast ‘Marginal’ analiza el tema del gasto público durante la pandemia de la COVID-19.
Lo lógico y lo que dicta el sentido común es que el ingreso siempre tiene que ser mayor al gasto. Sin embargo, ése no siempre es el caso.
A veces estamos en una situación difícil como la actual, en la que necesitamos que el Estado gaste más de lo que entra para reactivar la economía y así ayudar a la gente que se ha quedado sin ingresos o que las empresas no quiebren, dejando desempleadas a miles de personas. Así que un gobierno gasta más de lo que entra. Se gasta más de lo que ingresa hoy, para salvar la situación y así permitir que la actividad económica recuperada luego retorne los recursos que se gastaron.
Cuando hablamos del ingreso público, o sea, de las fuentes por las cuales ingresa recursos al gobierno, de tal manera que éste pueda gastar en todo lo que necesita cubrir, la lista es en realidad pequeña. Las fuentes son en realidad pocas. La principal vía por la que entra dinero al gobierno son evidentemente los tributos.
Los tributos son todos los pagos que el Estado puede exigir a los ciudadanos con distintos argumentos. Se les suele dividir en tres clases: impuestos, tasas y contribuciones. Los impuestos son tributos que se pagan sin una contraprestación establecida. O sea, sin que el que lo paga sepa qué se va a hacer con ese dinero en especial. Por ejemplo, el impuesto a la renta. Además de los impuestos, hay otra clase de tributos, las tasas. Las tasas son lo que uno paga por recibir un servicio público específico. Por ejemplo, lo que uno paga en Reniec para renovar tu DNI.
En el Perú también tenemos sistemas como la CTS o la ONP, que son modelos en los cuales el Estado te obliga a separar dinero que es tuyo, pero que no lo puedes tocar. Es como que el Estado te lo ha quitado, pero que después te lo va a devolver. A eso le podemos llamar cotizaciones y no son técnicamente tributos, son otra cosa.
El sector público también puede recibir dinero por la firma de algún contrato. Por ejemplo, cuando se privatiza una empresa pública. Otro ingreso que tiene el Estado, que no es estadísticamente significativo pero que existe, son los ingresos voluntarios. O sea, cuando un agente económico -persona o empresa- dona al sector público dinero o recursos.
Finalmente, tenemos la deuda pública, también llamada deuda soberana. Es la deuda que tiene el Estado con intereses privados o con otro país. Suma todo lo que debe el gobierno central más todo lo que deben los gobiernos regionales y todo lo que deben los gobiernos locales.
Escuche el nuevo programa del podcast ‘Marginal’ aquí:
Comparte esta noticia